Alfonso Rueda: «Hay tiranteces con el Gobierno»

M. Cheda SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Álvaro Ballesteros

El vicepresidente de la Xunta promete hacer «todo lo posible para congelar las tasas universitarias»

27 abr 2014 . Actualizado a las 10:34 h.

Agotado un tercio de la legislatura en Galicia y casi dos en Madrid, Alfonso Rueda (Pontevedra, 1968) reconoce «fricciones» entre el Ejecutivo autónomo y el central. «Sería mucho más fácil decirles a todo que sí, pero entonces estaríamos faltando a nuestro deber», aduce el vicepresidente de la Xunta.

-Menudo «Gobierno amigo» que tienen ustedes en Madrid...

-No voy a negar que hay tiranteces. Las hay.

-¿Tiranteces? Se la han liado con la reforma energética, la local y la judicial. Probablemente, se la monten también con la fiscal. Y tampoco es que les hayan hecho mucho caso ni en el conflicto de las preferentes ni en el de las multas a los retornados.

-Bueno, en un contexto muy difícil de toma de decisiones importantes, esos son los temas más conflictivos con ellos. Así algunos han acabado en el Tribunal Constitucional o con nuestra expresión pública de desacuerdo. También es verdad que han tenido aciertos y nos han echado una mano en cosas.

-¿Satisfacción, de 0 a 10?

-Difícil puntuar. Digamos que, en medio de la tormenta, nivel razonable de satisfacción. Pero mejorable también, desde luego.

-Un frente: ¿van a permitir que Vigo, Santiago y Ferrol se queden sin partido judicial?

-No. En las alegaciones clarísimamente vamos a decir que, si cambia la organización judicial, debe girar en torno a las siete ciudades gallegas y no solo a las capitales de provincia. Además, para el resto del mapa, vamos a pedir que haya margen para hacer un bueno diseño judicial desde aquí, sin imposiciones.

-¿No ha hablado con Gallardón ya del asunto personalmente?

-He intentado explicarle que Galicia se articula en torno a siete ciudades y que tienen mucha importancia en el territorio.

-¿Y él qué dice?

-Que sí, que va a intentar acertar y que entre todos vamos a llegar a una solución satisfactoria.

-Ese ministro ha decepcionado a muchos en España al descubrirse lo que escondía bajo aquella cuidada apariencia progre. ¿A usted lo ha sorprendido por algo?

-Gallardón tiene un ministerio que no es nada fácil y se ha lanzado a hacer muchas reformas que estaban pendientes. Está siendo valiente, pero yo le seguiré insistiendo en que esas reformas no se pueden hacer sin escuchar a todo el mundo.

-De la del aborto mejor callar...

-Digamos que no es de sus reformas más afortunadas.

-En el campo social pronto tendrán que aprobar aquí una decisión que no depende de Madrid: las tasas universitarias para el próximo curso. ¿Habrá congelación o las van a subir en pleno bum de impagos?

-En estos momentos de tantas necesidades, siempre hemos intentado tener las tasas universitarias más bajas de España. Haremos todo lo posible para seguir en esa línea.

-¿Las congelarán o no?

-Hay unos cauces y unos organismos para tomar la decisión, pero le adelanto que somos conscientes de que tomar esta medida sería bueno.

-¿Y del código ético qué ha sido? Lo aprobaron hace 24 días, los sindicatos se opusieron y no ha vuelto a saberse...

-Está vigente para altos cargos.

-Ya, ¿y para la plantilla?

-Estamos negociándolo con los representantes sindicales, intentando hacerles entender que es bueno que todo el mundo tenga una buena referencia, un instrumento de certidumbre. ¿Cuándo entrará en vigor? Cuanto antes, mejor.

-O sea, no hay marcha atrás.

-Por supuesto que no. Es que es una muy buena medida...

-Usted también cree bueno su proyecto de ley para adaptar a Galicia la reforma local de Rajoy. Pero el Gobierno central ya ha insinuado que tal vez lo recurra...

-Nuestra ley es completamente constitucional, aunque el Estado está en su derecho de recurrirla. Pero, si al final tomara esa decisión, se estaría equivocando y estaría no dejándonos solucionar problemas que nosotros no hemos generado.

-¿Y no se le quedaría un poco cara de tonto si Montoro pleitea contra su adaptación de la reforma local cuando usted ha renunciado a llevar a los tribunales la reforma en sí?

-Digamos que no le vería demasiado sentido.

-Sin salir de lo local, ¿qué hay de aquello de las fusiones? Iba para traca de fallas y se ha quedado en petardo de feria...

-Es que es muy difícil. Nosotros ya sabíamos perfectamente que no iba a haber una explosión de fusiones en cuanto empezara esta de Oza-Cesuras...

-Perdone, pero en marzo del 2012 usted dijo que había conversaciones en marcha para ejecutar cinco más, cuatro meses después Feijoo aseguró que lo de las fusiones era «algo imparable» y en septiembre del 2013 anunciaron que trabajaban para cerrar dos en meses. Estamos en abril del 2014 y de aquello...

-Pues mire, ojalá le dé una sorpresa en poco tiempo y tenga que darme la razón. De aquellas negociaciones, créame, algunas están muy frescas, calientes y avanzadas. El problema de dar plazos es que, cuando la cosa se alarga un poco, parece que hay fracasos. Pero yo espero que no haya fracasos en este caso.

-Con las elecciones municipales ahí en el horizonte, difícil que cristalicen ya más, ¿no?

-Pues precisamente a lo mejor es el momento de alguna...

-¿De cuántas?

-No diré números porque en la próxima entrevista me va a tener que dar la razón o recordarme que las cifras no se cumplen.