Los candidatos, López y Viaño, quieren sacar de la crisis a la universidad y desbloquear sus órganos de gobierno
25 abr 2014 . Actualizado a las 19:09 h.La Universidade de Santiago abre hoy una nueva etapa. Se cierra la de Juan Casares Long, un rector amable en las formas que intentó mantener buenas relaciones con toda la comunidad y con los agentes externos, pero que en su empeño por ser independiente se quedó gobernando la nave en solitario. La consecuencia fue que solo pudo aprobar unos presupuestos en cuatro años en un momento de durísimos recortes, el peor que vivió la USC en su historia moderna. Deja todas las nóminas pagadas al mes y una deuda menor que la que se encontró, aunque no rebajada lo suficiente como para apartar el tema económico del discurso principal de los dos candidatos que aspiran a ocupar su despacho en San Xerome.
Quién lidere ese cambio dependerá de lo que digan a lo largo del día de hoy las 31.352 personas vinculadas a la universidad en los campus de Santiago y Lugo que, a través del voto ponderado, podrán elegir entre Antonio López, catedrático de Dereito Financeiro; y el de Matemática Aplicada, Juan Viaño. Uno y otro han protagonizado una campaña discreta, con infinidad de contactos entre los pequeños colectivos y con múltiples debates públicos en los que iban solapando ideas muy parecidas sobre la financiación y las negociaciones con la Xunta, la deuda, la renovación de los puestos laborales o las vías para hacer la institución académica más atractiva, siempre con un diagnóstico común: la Universidade de Santiago está enferma, pero tiene solución.
Gane quien gane, ambos se han comprometido a colaborar para conseguir una USC gobernable, saneada y moderna.