El exalcalde de Ribadumia aún tiene pendientes dos procesos, uno por contrabando

La Voz

GALICIA

24 abr 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Los primeros indicios de blanqueo de capitales ya los descubrió el juez José Antonio Vázquez Taín cuando, en mayo del 2001, ordenó la detención de Nené Barral, su hermano y otros sospechosos de formar parte de la red que había organizado el transporte de cajetillas de la marca Magnum hallados en Vigo; entre ellos estaban también dos guardias civiles y tres agentes de Vigilancia Aduanera. Todo ello dio pie a que, además de la causa abierta por contrabando, se investigase otra por blanqueo de capitales, la que ahora se archiva por petición de la Fiscalía.

Pero hay otras pendientes. La primera, la que se centra en el delito de contrabando en sí, con 21 imputados entre los que se encuentran los cinco agentes, acusados de pasar información privilegiada a la red supuestamente liderada por el exregidor. La segunda, otra causa que lleva un juzgado de Cambados y que investiga a Barral también por blanqueo y por evasión fiscal. Además, a los cincos agentes se les imputa un presunto delito de cohecho y violación de secretos.

Nené Barral, que ya cumplió los 70 años, dejó la alcaldía de Ribadumia poco después de ser detenido y tras remover los cimientos políticos de los últimos años de la era Fraga. Posteriormente se presentó como independiente a las elecciones municipales del concello del que fue regidor durante 18 años, pero no consiguió recuperar la alcaldía. Ahora vive apartado de la política, centrado en sus negocios y en su familia. Además, el deporte lo mantiene en forma.