Estuvo en los 90 implicado en otro escándalo con siete pinturas de Maruja Mallo

La Voz

GALICIA

20 abr 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

El que confesó su pareja no fue el único escándalo artístico en el que sonó el nombre de José Carlos Bergantiños Díaz. En 1999, la Policía Nacional requisó siete cuadros atribuidos a Maruja Mallo por ser presuntas falsificaciones, según afirmaba la familia de la pintora vivaerense, aunque finalmente se demostró que las obras, en cuya venta había participado Bergantiños, eran auténticas, a tenor del informe del peritaje realizado por especialistas del museo Reina Sofía, de la Policía Científica y de la experta en la obra de Maruja Mallo Pilar Corredoira.

El escándalo también afectó al mismo hermano de Bergantiños que manejaba cuentas a las que se desviaban los fondos obtenidos de la venta de cuadros falsos por los que ha sido condenada Glafira Rosales. La causa finalmente fue archivada y desde el inicio Carlos Bergantiños acusó a los galeristas madrileños que tenían la exclusividad de la venta de las pinturas de Mallo de intentar desacreditar su trabajo por ofrecer desde Nueva York cuadros a precios inferiores.

Pagaron 17 millones de dólares. El empresario belga Pierre Lagrange adquirió este cuadro atribuido a Jackson Pollock por 17 millones de dólares (13 millones de euros) y los expertos dijeron después que se había pintado tras la muerte del artista. Por este escándalo, la galería Knoedler cerró tras 125 años.