Los rumanos que explotaban a menores tenían en su poder joyas robadas en España

Francisco Varela FERROL / LA VOZ

GALICIA

Joven rumana mendigando en Ferrol días después de las detenciones.
Joven rumana mendigando en Ferrol días después de las detenciones.

Tras la detención de los líderes de la red, vuelven a mendigar en supermercados de Ferrol mujeres de esta nacionalidad

18 abr 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Pasado lo peor del temporal, la mendicidad de mujeres rumanas en las puertas de supermercados de Ferrol ha reaparecido. Aunque continúa la investigación policial y las diligencias del Juzgado de Instrucción número 3 de esta ciudad, parece como si no hubiese ocurrido nada.

El registro de seis viviendas en Ferrol y Narón en las últimas semanas y la detención de decenas de personas ha sacado a la luz, según fuentes de la investigación, una trama que compraba en Rumanía a niñas a las que luego obligaba a mendigar en España, siempre con la obligación de entregar el dinero recaudado a los clanes que las explotan. Uno de ellos asentado en la zona de Ferrol. Se ha sabido ahora también que durante los registros fueron halladas joyas, anillos y medallas con inscripciones en español. Se cree que proceden de hurtos a mujeres mayores con la técnica de darle a la víctima un abrazo diciéndole que se parece a la madre de la autora de la sustracción.

Al menos fueron liberadas diez mujeres, sometidas por estos seis clanes familiares (uno por casa), coordinados y con un jefe común. Pero luego ante la jueza instructora no declararon ser víctimas de explotación, maltrato y mendicidad obligada. Advierten las mismas fuentes que son personas victimizadas que sufren el mismo síndrome que cualquier maltratada que durante un tiempo se cree que es ella la culpable, y no son conscientes de su alienación. Una ha reconocido que la situación de todas ellas es la misma: sometimiento, palizas si no consiguen 30 o 40 euros diarios con la mendicidad y, presumiblemente, objeto de abusos sexuales. Las mismas fuentes insisten en que es irrelevante que las menores no reconozcan ante la jueza los hechos, por ser menores de edad. Si las pruebas son suficientes, el Código Penal permite condenar a los explotadores.

Las cifras

Por el momento, son ocho los encausados, entre hombres y mujeres. Otros doce han declarado en la comisaría del Cuerpo Nacional de Policía. Las diligencias del Juzgado de Instrucción número 3 de Ferrol, cuya titular es la magistrado Margarita de Ron, fueron iniciadas hace dos meses por, entre otros, delitos de trata de seres humanos, corrupción de menores y pertenencia a organización criminal.

Las cinco menores, con edades entre los 14 y 17 años, están en un centro de la red autonómica, y con ellas, sus cuatro bebés. Una quinta, de 18 años, que había pasado por un centro de mujeres víctimas de malos tratos ha desaparecido, motivo por el cual la jueza ha ordenado a la policía que dé con su paradero.