Para viajar por vías de pago en Portugal los usuarios de Vía-T no tendrán problemas, ya que este sistema es compatible con los peajes del país vecino. Para los que no dispongan de este dispositivo el método más sencillo y también el más utilizado por los extranjeros es el Easy-toll, en el que se asocia la matrícula del vehículo utilizado a una tarjeta de crédito y el importe se cobra directamente. Según informa Efe, solo está disponible en la A-28 (en el norte del país, junto al área de servicio de Viana do Castelo), en la A-24 (limítrofe también con Galicia), en la A-25, en el área de servicio de Alto Leomil (cerca de Salamanca), y en la A-22, junto a la frontera con Andalucía.
También cabe la posibilidad de adquirir una tarjeta prepago que se activa con un mensaje de texto desde el teléfono móvil y que se carga con 5, 10, 20 o 40 euros, disponible a través de Internet y también a la venta en algunas estaciones de servicio.
Para los conductores que vayan a completar el recorrido entre Oporto y la ciudad de Faro, en el sur del país, existe también la posibilidad de comprar una tarjeta prepago con un límite de tres días y un coste fijo de 20 euros.
El dispositivo luso
La última opción es alquilar un dispositivo electrónico como el que tienen la mayoría de conductores portugueses en su vehículo, que se asocia a un número de cuenta bancaria y que tiene un coste de seis euros por la primera semana, con una fianza de 27,50 euros.