«La mejor propaganda es la voz, y no atender bien a los peregrinos es muy malo para el Camino»
GALICIA
Una docena de peregrinos de Valencia, Barcelona, Sevilla, Córdoba y Estados Unidos recorrían ayer a mediodía el claustro de la abadía de Samos guiados por las amenas explicaciones del prior, José Luis Vélez. Minutos antes, algunos habían intentado visitar la capilla de O Ciprés, otro templo emblemático del Camino Francés que está situado a unos cien metros, pero al llegar se encontraron la puerta cerrada. «Desde hace años el Xacobeo firma un convenio para contratar a los cuidadores que abren las iglesias, pero este año no lo ha hecho», comentó Vélez. Relató que los monjes del monasterio benedictino tienen las llaves de la ermita, pero no dan abasto para tenerla abierta. «Si viene alguien que está súper súper súper interesado en verla nos acercamos, pero no podemos estar allí siempre porque tenemos otras ocupaciones», relató el prior. A su juicio, la Administración debería involucrarse más para promocionar «en condiciones» una ruta milenaria, declarada patrimonio de la humanidad por la Unesco, y que cada año trae a Galicia a miles de visitantes procedentes de todos los rincones del planeta. «La mejor propaganda es la voz, y no atender bien a los peregrinos es muy malo para el Camino de Santiago», apuntó. «No tienen mucha vista»
Junto a él, el grupo de caminantes suscribió la afirmación. «A los peregrinos nos gusta ir viendo las cosas, y si las iglesias, que también son parte de la cultura, están cerradas, no podemos», indicaron. Otro de ellos planteó una propuesta: «No tienen mucha vista porque si las tuviesen abiertas, con la cantidad de gente que pasa seguro que muchos harían una pequeña donación que ayudaría a su mantenimiento».