Feijoo no quiere que Rajoy le abra puertas mañana a Mas

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

GALICIA

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El presidente de la Xunta no está dispuesto a permitir que la solución en Cataluña pase por un trato de favor fiscal y financiero para esa comunidad

07 abr 2014 . Actualizado a las 11:28 h.

Mañana se celebra en el Congreso un debate que tiene mucha más miga de la que pueda parecer. El no rotundo, mayoritario y abrumador a la propuesta del Parlamento catalán para que el Gobierno ceda a la Generalitat las competencias para convocar una consulta soberanista está garantizado. El rechazo del PP y del PSOE bastará para dejar a Artur Mas en la inmensa minoría. Pero el diablo, como siempre, estará en los detalles.

Ayer supimos que será el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, quien suba a la tribuna a defender las razones del Gobierno para dar un portazo al desafío catalán. Pero, más allá de compartir plenamente ese rechazo nítido a la celebración de un referendo independentista, el discurso del líder del PP será escrutado con lupa por algunos de sus barones regionales. Y, muy especialmente, por Alberto Núñez Feijoo.

En el PP empiezan a asumir que Rajoy no puede subir mañana a la tribuna para limitarse a contestar no, no y no. Y que es muy posible que en su discurso, que estará cuajado de invitaciones al diálogo, se cuelen algunas propuestas que, sin concretarse en absoluto, dejen abierta la puerta a la posibilidad de que Cataluña no solo mejore su financiación, sino que obtenga también un sistema fiscal propio en el marco de una negociación. Una insinuación semejante podría empezar a abrir grietas en el ímpetu soberanista de algunos sectores nacionalistas, pero podría abrir también la puerta a una nueva rebelión interna de algunos barones del PP.

No a los privilegios a Cataluña

Alberto Núñez Feijoo, ya lo ha dejado claro en numerosas ocasiones, no está dispuesto a permitir que la solución a la crisis abierta en Cataluña pase por un trato de favor fiscal y financiero para esa comunidad. Entre otras cosas, porque es consciente de que ese trato privilegiado solo puede conseguirse a costa del sacrificio de otras autonomías. El presidente gallego ya ha visto, con gran enfado, como el Gobierno, y muy especialmente el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, no solo no ha premiado a las comunidades que cumplen con el objetivo de déficit ni ha castigado a las que no lo hacen, sino que ha hecho más bien lo contrario. Premiar a las incumplidoras con un margen mayor mientras se mantiene la exigencia a las que, como Galicia, cumplen.

Ahora, Feijoo es consciente de que, con referendo o sin él, Cataluña tiene un grave problema de financiación. Pero su apuesta para dar solución a ese problema no pasa en ningún caso por cambiar las reglas de juego, sino por aprovechar las posibilidades que brinda el marco actual. Es decir, por ayudar puntualmente a una comunidad como Cataluña, pero sin ceder privilegios permanentes. Por eso Feijoo estará mañana muy atento a los detalles. Y, si no le gustan, aunque mañana aplauda a Rajoy, levantará luego la voz.