Rescatan a un vigués desnutrido que llevaba una semana bajo su cama

E. V. Pita VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Los bomberos lo hallaron moribundo y rodeado de excrementos y orines

20 mar 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Los bomberos de Vigo rescataron ayer a un joven desnutrido que llevaba varios días tumbado debajo de su cama, en ropa interior, moribundo y rodeado de excrementos y orines. El equipo de rescate vio asomar sus pies por debajo de su lecho y cuando lo auxiliaron este solo acertó a balbucear unas palabras que eran ininteligibles. Fue evacuado a un hospital con un cuadro de desnutrición.

Según sus vecinos, el joven, de unos 30 años, es muy conocido en el barrio y tiene una toxicomanía que le obliga a medicarse diariamente con metadona. Vivía solo en una vivienda unifamiliar de planta baja, en la que, según comprobaron los bomberos, imperaba el desorden.

Los vecinos del barrio de Coruxo se dieron cuenta de que no tenían noticias de dicho joven desde una semana antes, aunque otros lo retrasan al domingo 9. Entre esos 6 a 11 días, los residentes de su calle no observaron ningún movimiento de puertas o persianas en la casa. Preocupados por si podría haber sufrido algún problema de salud, alertaron a los bomberos del parque de Balaídos y a la Policía Local de Vigo.

Los bomberos llegaron a las 16.30 horas y entraron por una ventana porque la puerta estaba cerrada. Aquella casa llevaba mucho tiempo sin airear y vieron lotes de ropa sucia y objetos amontonados y desordenados.

Nada más abrir la ventana, hallaron al único morador en su dormitorio. De él solo vieron los pies desnudos, lo que sobresalía de su cuerpo tirado debajo de su cama. El residente era un joven de complexión delgada y en el que apreciaron evidentes signos de malnutrición, aunque seguía vivo y consciente.

El joven solo vestía calzoncillos y a su lado había restos orgánicos que evidenciaban que había pasado varios días en esa posición sin higiene y, probablemente, sin beber ni comer.

Balbuceos ininteligibles

El equipo de rescate preguntó al joven qué le había pasado pero este no supo explicarles nada porque hablaba débilmente y de forma poco coherente. «Estaba vivo, casi moribundo. Seguía consciente pero no coordinaba sus actos y hablaba de forma ininteligible, no le entendíamos nada de lo que nos decía», relató un bombero. Por ese motivo, lo que le ocurrió al joven aún es un misterio.

Por consejo de los sanitarios, los bomberos sacaron al paciente de la casa y lo evacuaron en camilla porque donde él vive no hay espacio para aparcar ni pasar vehículos dotacionales. Una ambulancia lo evacuó al centro médico Povisa donde entró para su observación.

Los bomberos sospechan que, por la situación en la que se encontraba, el joven pasó varios días sin comer aunque dudan que pudiese aguantar mucho tiempo sin beber. Por el estado de la casa, deducen que este pasaba por un momento de precariedad social ya que la vivienda estaba revuelta, con la ropa sucia tirada por el suelo y basura acumulada.

Los bomberos ignoran si la situación en la que lo encontraron es producto de un nuevo síndrome o es consecuencia de sus adicciones.