Bajo coste, alto riesgo

M. Cheda SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

La Xunta considera ahora una «amenaza» para el turismo las aerolíneas que subvencionó

12 feb 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

La Xunta, que durante el período 2005-2013 entregó millonarias subvenciones indirectas a compañías low cost, considera ahora un peligro la dominante posición de mercado que dichas empresas han adquirido dentro del sistema aeroportuario de la comunidad. De hecho, acaba de incluir ese hándicap dentro de las grandes «amenazas» para el sector que así figuran identificadas en el Plan Integral de Turismo de Galicia 2014-2016, cuyos contenidos -este no- fueron presentados anteayer parcialmente a la prensa.

En la página 37 del citado documento, donde aparecen recogidos los siete mayores riesgos que afronta el gremio en las cuatro provincias, se cita «a excesiva dependencia das rutas creadas pola liñas de aviación de baixo custe». No en vano, de acuerdo con datos oficiales de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (Aena), ese tipo de sociedades mueven ya casi la mitad de los viajeros en la suma de Lavacolla, Alvedro y Peinador: el año pasado, 1.645.622 pasajeros sobre un global de 3.591.616. En el 2004, antes de que la Administración autonómica comenzase a financiarlas, simplemente, no operaban en ninguna de las tres terminales.

Junto a esta, en el informe referido constan seis amenazas más. Por ejemplo, la «percepción negativa respecto ao clima galego por parte dos turistas» y la «imaxe exterior de España, influenciada pola actual situación de crise, que non beneficia», así como «a existencia de destinos similares, máis consolidados e especializados, cos que hai que competir en calidade e prezo».

Además, los redactores del dosier enumeran las 27 «debilidades» del turismo gallego. Destaca especialmente en ese capítulo una de ellas: «o excesivo dimensionamento do sector, tanto público como privado, que non se corresponde coa xeración de ingresos do modelo de negocio». Llama la atención porque el Ejecutivo autónomo tiene en marcha actualmente proyectos de nuevos negocios singulares de alojamiento y también porque la Xunta, del 2000 al 2009, contribuyó decisivamente a inflar la burbuja que ahora lamenta, repartiendo 25.472.583 euros del erario entre promotores privados para fomentar la apertura de hoteles. Producto de ello, la oferta de sitios donde dormir ha aumentado un 40,5 % desde 1999 y la demanda, mucho menos de la mitad, apenas un 16,5.

«Perda da autenticidade»

Entre las restantes 26 flaquezas ahí recopiladas sobresalen «a baixa conectividade para o acceso a Galicia por vía aérea»; «a mellorable coordinación entre Administracións autonómica, provincial, supramunicipal e municipal con competencias na materia»; «o baixo nivel de capacitación dos profesionais do sector privado en canto a idiomas, calidade, xestión ambiental, innovación no servizo...»; y «o feísmo urbanístico e a abundancia de elementos discordantes que prexudican a conservación da paisaxe». Igualmente, resaltan «a perda da autenticidade ou identidade galega de algúns establecementos en canto a estética, decoración e oferta gastronómica» y el «baixo nivel de mantemento e actualización da sinalización turística e dos paneis informativos e interpretativos en puntos de interese».

En el polo contrario, el plan apunta 12 «oportunidades» para ganar visitantes: «a posta en marcha de novos produtos turísticos ligados ao tren en colaboración con Renfe», «o incremento de persoas que se desprazan por motivacións diferentes á de sol e praia», «o envellecemento da poboación e o aumento da esperanza de vida, o que permite [...] crear novos produtos adaptados a ese segmento»... En paralelo, señala «mercados emerxentes» a los cuales conviene ir a captar guiris, particularmente, a Rusia, la India, China, México, Indonesia, Corea del Sur y Turquía.

Asimismo, dentro de este mundo, subraya las 30 «fortalezas» de la comunidad. Entran en el cajón desde la «variedade e calidade da enogastronomía» hasta la «imaxe positiva de Galicia como destino auténtico e do seu carácter amable e hospitalario no imaxinario dos turistas nacionais», pasando por la «creación da nova marca Galicia na estratexia de promoción e comercialización», amén del Camino, su patrimonio de la humanidad y sus zonas protegidas.