El recorte de escaños se abre camino con el pataleo de la oposición

Domingos Sampedro
Domingos Sampedro SANTIAGO DE COMPOSTELA

GALICIA

El PP defiende la reforma electoral que la oposición tilda de «pucheirazo» y Beiras compara al PP con los nazis que obligaban a los judíos a cavar sus fosas antes de asesinarlos

11 feb 2014 . Actualizado a las 17:56 h.

Se cumplió el guión previsto. La reforma de la ley electoral impulsada por el Partido Popular para reducir de 75 a 61 el número de diputados autonómicos superó el primer obstáculo con éxito este martes, al ser aceptada a trámite por el Parlamento gallego con el único respaldo del grupo mayoritario, que se mantuvo impasible ante las críticas de una oposición que se mantuvo alerta sobre sus consencuencias, pues previno que acabará con el actual modelo de pluralismo político.

A la oposición poco más le quedó que el recurso a la protesta y al pataleo. Durante el debate de toma en consideración, los diputados del BNG exhibieron pancartas desde su escaños con el lema «Non ao pucheirazo do PP»; desde el PSdeG aludieron a esta reforma como una «cortina de fuma», por entender que se hacen muchos esfuerzos en reducir diputados, pero ninguno en reducir el número de parados, y Xosé Manuel Beiras (AGE) endureció su palabras comparando a los populares con los nazis que obligaban a los judíos a cavar sus propias fosas antes de asesinarlos: «Fusílenos se queren, pero non imos a contribuir a esta fase do debate», le espetó al jefe del grupo popular, Pedro Puy.

Frente a la reforma electoral del PP, que básicamente propone reducir en casi un 20 por ciento el número de diputados y rebajar de 10 a 8 escaños el cupo mínimo repartido a cada una de las cuatro provincias gallegas, el grupo del BNG presentó su propio proyecto de reforma electoral inspirado en la proporcionalidad pura que, trasladada a la situación actual, dejaría al PP sin la mayoría absoluta que ahora posee. El debate de las dos visiones se acumuló, de ahí que Pedro Puy centrara su discurso más en reprobar el modelo planteado por los nacionalistas, que en su opinión supone un «cambio radical» que alteraría la actual proporcionalidad, que en defender el propio.

Tanto el portavoz del BNG, Francisco Jorquera, como el del PSdeG, Méndez Romeu, coincidieron también en cuestionar que el grupo mayoritario abra el nuevo período de la sesiones de la Cámara con la reforma electoral, y no afrontando los problemas que hay en Galicia, como el paro, la corrupción políticas. «A conselleira Rocío Mosquera tiña que estar dando explicacións», manifestó Jorquera, quien calificó así la reforma electoral del PP: «É un pucheirazo, legal, pero pucheirazo».

Duras críticas de Beiras

Más duro en su tono, Beiras previno contra el «asalto alevoso» al modelo representativo y puso de relieve que la propuesta conservadora «pecha aínda máis as portas do Parlamento ás minorías políticas». Méndez Romeu se colgó en el documento con las 35 propuestas para la reforma electoral planteada por los socialistas, que fueron «rexeitadas», dijo, y acusó al PP de «violentar» el Parlamento hasta tal punto que «avergoñaría ao presidente Albor, por exemplo».

«Non hai ningunha trampa posta», replicó a su vez Puy, insistiendo en que la reforma que abanderan los populares no alteraría el resultado de ninguna de las elecciones que hubo en Galicia. Cerró la discusión diciendo que la postura del PP en este asunto es defender los postulados del Ejecutivo autonómico «e de pucheirazo, nada de nada».

La votación de las dos proposiciones de ley se hizo por separado. La del BNG cosechó 16 votos, los del Bloque, AGE y grupo Mixto, pues el PSdeG optó por la abstención. Y para sacar adelante la del PP bastó su rodillo: 41 votos se inclinaron por aceptarla a trámite, lo que permitiría su aprobación definitiva hacia mediados de abril, mientras que PSdeG, AGE, BNG y grupo Mixto la reprobaron con 34 votos en contra.