Nieve a 400 metros en el inicio de otra semana lluviosa en Galicia

redacción / la voz

GALICIA

Esta madrugada «Stephanie» ha dejado vientos huracandos y fuertes chubascos con 69 incidencias por caída de objetos y ramas. El temporal hizo desbordar ayer varios ríos y hundió un barco en Carnota

10 feb 2014 . Actualizado a las 11:26 h.

Que nadie guarde el paraguas de momento. Galicia encadenará otra semana más una serie de borrascas que prolongarán el tiempo invernal al menos hasta el lunes que viene, según las previsiones de MeteoGalicia. «No serán ciclogénesis como las de la semana anterior, pero sí borrascas, y la verdad es que son muchos días ya de mal tiempo, porque esto se inició a mediados de diciembre y no va a dar tregua hasta mediados de febrero», precisan fuentes del organismo meteorológico.

Una nueva borrasca, Stephanie, ha dejado esta madrugada en Galicia vientos muy fuertes y lluvias intensas, en ocasiones en forma de tormentas y con granizo. Este nuevo temporal, que llegó procedente de Lisboa, activó la alerta naranja durante la madrugada.

Poco antes de la medianoche, ya se registraron vientos cercanos o superiores a los 100 kilómetros por hora en A Coruña (97 km/h), Corrubedo (105), Vigo (92), Lira (112), Cariño (98) o Corcubión (100).

Incidencias

Los fuertes vientos ha dejado un total de 69 incidencias, de ellas 37 en la provincia de Pontevedra y 32 en A Coruña. La mayoría por caída de ramas u otros objetos. Esta madrugada en las zonas despejadas de A Coruña era imposible luchar contra el viento huracanado que soplaba procedente del norte. Los bomberos han tenido que realizar varias intervenciones por caída de cristales y de un árbol cerca del hospital Quirón. Esta mañana se ha cortado el acceso principal a los muelles de San Diego y Centenario del puerto por el desprendimiento de unas chapas metálicas.

Esta mañana ya solo permanece activa la alerta naranja en todo el litoral gallego por fuerte oleaje en el mar. En el interior, hay alerta amarilla por acumulación de nieve en la montaña de Lugo y Ourense y en el interior de las provincias de Pontevedra y Ourense. La cota bajará por la mañana y puede nevar por encima de los 400 metros debido a la entrada del viento del norte. No habrá nevadas continuas, pero sí en forma de chusbascos, que pueden llegar a crear dificultades en las carreteras.

Esta mañana desde el 112-Galicia se vigila con especial atención la crecida de los ríos. En especial, el Miño en Ourense, el Tambre en Ames y el Támega, que ya dio problemas ayer.

Alerta en la montaña

El panorama a medio plazo es desalentador: «La verdad es que no se atisba la entrada de un anticiclón que permita ver el Sol». Pero al menos, el vórtice polar, que estaba muy al sur, vuelve paulatinamente a su sitio, lo que hará que la intensidad de las borrascas no sea excesiva.

La nieve ya hizo acto de presencia ayer en O Cebreiro, donde se levantó viento a mediodía y parte de los visitantes que pasaban la jornada en el poblado optaron por bajar a Pedrafita para evitar en lo posible nieve en la calzada. Tráfico recomendó a las siete de la tarde el uso de cadenas en el alto de O Poio (LU-633).

En Ourense, los principales problemas por nieve se vieron por la mañana en la carretera OU-0704, a la altura de Manzaneda, y fue preciso circular con precaución en la A-52 entre Verín y A Mezquita.

En cuanto a los desbordamientos, sigue complicada la situación en Ribadavia. El río anega zonas cercanas a la cuenca y no es capaz de desaguar en el Miño porque este también va muy crecido. Anoche estaban en prealerta el Avia, en Ribadavia, y el Miño, en A Peroxa, y en activación en la capital. Los embalses siguen al máximo de su capacidad.

En Bergantiños, el agua hizo impracticables el bosque de Añón, Verdes y la carballeira de Baio. Se inundó asimismo la zona del puente medieval de Brandomil.

En la orilla sur de la ría de Arousa, los servicios de emergencias y los vecinos tampoco pierden de vista los ríos. Algunos ya han superado todos los límites. Es el caso del Umia, que se salió de su cauce en puntos como Vilanoviña (Meis), donde fincas y viñedos están anegados. También el Valga se desbordó en el municipio del mismo nombre, obligando a cortar algún paso bajo la vía del tren e inundando varias fincas y terrenos de cultivo.

En A Illa, parte de la flota marisquera y bateeira abandonó el muelle de O Xufre, muy castigado por los vientos del noroeste, para buscar abrigo en otros lugares. No se fían los marineros del nuevo dique de abrigo construido por la Xunta.

Más al sur se desbordó también el río Miñor a su paso por Gondomar, anegando el parque de A Coelleira.

Hundimiento en Carnota

La Cofradía de Pescadores de Lira perdió ayer una embarcación dedicada a turismo marinero y vigilancia. El Nuevo Velay, de 12 metros de eslora y construido en madera, rompió amarras en Portocubelo a las tres de la tarde y quedó a la deriva.

El fuerte viento fue arrastrándolo por la costa y en A Veirada sufrió el primer impacto contra el acantilado. Volvió a golpearse contra unas rocas en Mar de Lira, para desplazarse luego hacia Mallou, frente a cuya playa se fue a pique a las cinco de la tarde. Se hundió a unos 15 metros de profundidad y nada se pudo hacer por el barco a causa del intenso oleaje.

Información elaborada con aportaciones de las delegaciones de La Voz de Galicia.