El informe del riesgo en Angrois devalúa la investigación de Renfe

Pablo González
pablo gonzález REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

En ella se evidencia que ni siquiera se buscaron eventuales advertencias previas al accidente, que atribuían en exclusiva al exceso de velocidad

19 ene 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

La rápida investigación llevada a cabo por Renfe sobre el accidente de Angrois ha quedado devaluada apenas tres meses después de que fuera finalizada y entregada en el juzgado que instruye la causa. El aviso del jefe de maquinistas, que describía casi en clave premonitoria los potenciales peligros de la curva de Angrois, ha dejado en evidencia la investigación oficial de la operadora ferroviaria y en cierta medida también la del ADIF. Hasta el punto que en los últimos días, el responsable máximo de llevar a cabo las pesquisas tuvo que retomarlas para poder dar una explicación convincente al juzgado sobre por qué no fue tenida en cuenta una advertencia crucial. Así, el jefe del área de Investigación Técnica de Accidentes, Manuel Conde García, fue una de las personas comisionadas para realizar las entrevistas y recopilar documentación. En un primer momento forzados por las demandas del sindicato de maquinistas Semaf y, después, obligados por la premura con la que el juez les obliga a entregar las actas de las reuniones donde al parecer se trató la demanda de mayor seguridad para la zona del siniestro.

En realidad, esta secuela de la investigación forzada por los acontecimientos deja al desnudo que la búsqueda de advertencias similares no fue en ningún momento una prioridad de los investigadores de Renfe. Se reconoce incluso en el capítulo en el que se detallan las actuaciones llevadas a cabo, que se centraron en reconocer el material afectado -el Alvia S-730-, la infraestructura, analizar las conversaciones grabadas, los distintos registros de seguridad, los análisis de sangre del maquinista del tren accidentado, entre otros asuntos directamente relacionados con el momento del descarrilamiento.

También hubo un plan para recabar documentación con el que no se detectaron ni avisos, ni incidencias ni por su puesto accidentes previos en Angrois. La investigación no aporta los partes de incidencias en los que se centraron las pesquisas -algunos fueron entregados en el juzgado semanas antes- y este asunto se despacha con una certificación del delegado territorial de Seguridad en la Circulación de la zona noroeste, Ángel Manuel Martínez Torres, en la que asegura que no consta «la comunicación de incidencia alguna en el tramo de vía que une las estaciones de Ourense y Santiago».

Auto muy crítico

En su investigación Renfe concluye que la causa del accidente fue el exceso de velocidad del Alvia, combinado con la llamada del interventor e un momento crítico del trayecto. Este informe y el del ADIF fueron muy criticados por el juez que instruye la causa, Luis Aláez, que echaba de menos que «ni siquiera se considere la posibilidad de las carencias apuntadas» en materia de seguridad en el tramo donde murieron 79 personas.

Según distintas fuentes, la Comisión de Investigación de Accidentes Ferroviarios (CIAF), que aún está desarrollando las pesquisas, sí que tendrá en cuenta el informe que el jefe de maquinistas José Ramón Iglesias Mazaira remitió a su superior inmediato el 26 de diciembre del 2011, apenas un par de semanas después de que se pusiera en servicio la línea de alta velocidad. Entre otras razones porque la propia CIAF recomendó al ADIF tomar medidas similares a las que recomendaba el empleado de Renfe en aquellas zonas de la red con transiciones bruscas de velocidad.