«Pero si solo bebí dos cervezas»

José Manuel Pan
josé manuel pan REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

PACO RODRIGUEZ

Muchos conductores ponen excusas de lo más variado cuando dan positivo en un control de alcoholemia

13 dic 2013 . Actualizado a las 21:15 h.

«Pero si solo bebí dos cervezas». Esa es la excusa preferida entre los conductores que dan positivo en un control de alcoholemia. «Da igual que el resultado sea 0,40 o 1,20, lo primero que te dicen al notificarles que dieron positivo es que no puede ser porque han bebido solo dos cervezas», explica un agente habitual de los controles de alcoholemia y acostumbrado a tratar con los conductores que se han pasado con la bebida. Pero, claro, no es la única excusa. Hay tantas como conductores que se ponen al volante tras haber consumido alcohol en exceso. Solo en Galicia, alrededor de 14.000 conductores han dado positivo en lo que va de año en los miles de controles que cada día realizan los agentes de la Guardia Civil de Tráfico.

«Para un día que bebo» es otra de las frases más utilizadas por los automovilistas que son sorprendidos conduciendo ebrios en un control de alcoholemia. «Es otra excusa muy utilizada», asegura otro guardia civil de Tráfico. Lo que no saben esos conductores es que los agentes pueden comprobar su historial, en el mismo momento en su terminal móvil, y en la mayoría de los casos «nos encontramos con que ya acumulan otras infracciones por alcoholemia muy recientes», asegura el agente, que recuerda también una frase muy repetida: «Pues ya es raro que haya dado positivo, porque vengo de trabajar».

De trabajar o no, lo cierto es que es imposible engañar al etilómetro con el que se realiza la prueba de aire en la carretera, pese a las muchas leyendas que se cuentan en foros de Internet. Y además no es solo el resultado del medidor de alcoholemia lo que cuenta, ya que la valoración del agente sobre el estado en el que se encuentra el conductor interceptado es decisiva en la elaboración de la denuncia por alcoholemia, sobre todo en los casos que llegan al juzgado. No es la primera vez que una alcoholemia positiva queda anulada porque el atestado no refleja exactamente los signos que presentaba el infractor.

Y al juzgado no se llega por dos cervezas. Para que conducir bajo la influencia del alcohol sea considerado delito hay que superar la tasa penal, establecida en 0,60 miligramos en la prueba de aire espirado. Y eso significa más del doble del máximo permitido para circular, que está fijado en 0,25, algo que muchos conductores desconocen. Es otra excusa, pero en este caso parece que suele ser real. «Muchos conductores no conocen el límite», explica un agente. Pero eso, claro, no exime del cumplimiento de la norma. Y conducir bebido suele tener dos resultados: la multa o, en el peor de los casos, el accidente.

Este año dieron positivo en Galicia más de 14.000 conductores