El abogado de la madre demandará al psiquiatra

A. Mahía A CORUÑA / LA VOZ

GALICIA

Argumenta que Narciso Carrero rompió el secreto profesional y lanzó «opiniones sin fundamento con la única base de haber mantenido un encuentro de apenas dos horas»

05 dic 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

El recorrido por los medios de comunicación que hizo esta semana el psiquiatra Narciso Carrero rememorando los tres días que Rosario Porto pasó en la clínica que él dirigía en el 2009 le va a costar una demanda, la que le presentará el abogado de la detenida, José Luis Gutiérrez Aranguren. Y no solo porque los médicos no pueden desvelar los datos clínicos de un paciente, sino por «lanzar opiniones sin fundamento con la única base de haber mantenido con Rosario un encuentro de apenas dos horas hace cuatro años».

Dice Aranguren que otra cosa sería que el médico psiquiatra fuera citado a declarar por el juez instructor, la única persona que puede levantar el secreto profesional. Pero no es el caso.

Cuando en un programa de televisión le preguntó un colega a Narciso Carrero si era consciente de lo que estaba diciendo, ya que eso va contra el código deontológico que guía a todo médico, este respondió que sí era consciente y que no le importaban las consecuencias.

Dicho esto, el psiquiatra compostelano rememoró detalles de aquel encuentro con Rosario Porto en la clínica La Robleda, como la confesión que, según dice, le hizo la ahora detenida: «Mi hija me chupa la vida, mi hija me molesta». Esas son algunas de las inquietantes frases que pronunció el psiquiatra.

También dijo que a Rosario Porto la llevó su padre a la clínica, circunstancia que Gutiérrez Aranguren niega. Afirma que su clienta fue por decisión propia y que tres días después decidió abandonar la clínica. Pero antes de irse habló con este psiquiatra y ahora él reproduce las conversaciones. Así, según ha revelado el médico que atendió a Rosario Porto, la abogada le habría manifestado que su hija se había convertido en un estorbo y que ni siquiera quería pensar en qué ponerle ni en qué hacerle de comida.

Rosario Porto, según declaró el psiquiatra varias veces y en distintos lugares esta semana, se había cansado de ser madre y sus frases al médico que se hizo cargo de su caso la delataban.

Peor incluso le sentó al abogado de Rosario Porto su opinión como psiquiatra sobre la decisión que tomó la imputada de abandonar la clínica. Narciso Carrero dijo que aquellos días observó «que había algo más que un cuadro depresivo» en ella y cree que la mujer «padecía más una psicosis que una depresión», por lo que, añadió, «cuando se fue anoté en su historia clínica que veía algo extraño en ella, raro, y me quedé pensando en qué iba a ser de ella».

Además del doctor Carrero en el 2009, a lo largo de los últimos años han sido varios los médicos y psiquiatras que han atendido a Rosario Porto por sus depresiones y crisis de ansiedad que padecía.