El alcalde de la fusión entre Oza y Cesuras se triplica el sueldo: 2.800 euros netos
GALICIA
El popular Pablo González Cacheiro se había recortado la nómina de 2.200 a 1.100 euros en diciembre del 2012
26 nov 2013 . Actualizado a las 14:43 h.Los partidos de la oposición han encontrado un nuevo argumento para criticar la fusión efectiva de Oza-Cesuras. En los últimos días han levantado la voz contra el sueldo del presidente de la junta gestora que gobierna este nuevo municipio de 5.500 habitantes. Según recogen los presupuestos del 2014, Pablo González Cacheiro cobrará una nómina neta mensual de 2.800 euros al mes.
El PSOE no ha tardado en hacer el cálculo porcentual con respecto a su nómina actual, apenas mileurista. «A suba é dun 257 por cento, o que evidencia outra das mentiras da fusión», señaló la exconcejala socialista de Cesuras Pilar Pedreira.
«Poder mirar a la cara»
González Cacheiro, del PP, inició el mandato como alcalde de Oza dos Ríos con un sueldo de 2.200 euros netos al mes. Pero en diciembre del 2012, esperando incentivos de la fusión de otras Administraciones que no acababan de llegar, se vio obligado a reducir parte de la plantilla municipal. Decidió entonces, «para poder mirar a la cara a los empleados que cesaban», recortarse el sueldo a la mitad, de ahí los 1.100 euros que percibió a lo largo del 2013.
Pero ya en los últimos meses anunció que esa situación cambiaría después de comprobar cómo a las labores propias de un alcalde se sumaban las numerosas gestiones administrativas que supone dirigir un proceso tan excepcional como una fusión de concellos. González Cacheiro compara su labor con la del presidente de una comunidad recién inaugurada. «El que se encarga de esa labor el primer año tiene que afrontar numerosas gestiones que los posteriores presidentes no han de afrontar», razona González Cacheiro, quien manifiesta estar «totalmente tranquilo» por las críticas de la oposición, «después de demostrar que he sido capaz de hacer sacrificios personales», en alusión a su sueldo mileurista durante un año. «No es malo si es lo único que tienen que criticar», concluye.