Apagar los siete grandes incendios del verano costó 2,43 millones

Xurxo Melchor
xurxo melchor SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

La extinción del incendio de la localidad pontevedresa de Oia supuso un gasto de 585.829,43 euros, el más alto del verano.
La extinción del incendio de la localidad pontevedresa de Oia supuso un gasto de 585.829,43 euros, el más alto del verano. gustavo rivas< / span>

La cifra está cerca del recorte en ayudas a la compra de libros de texto

02 nov 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Los incendios forestales tienen un gravísimo coste para el medio ambiente, pero también suponen una auténtica sangría para las arcas gallegas. Tan solo lo que tuvo que pagar la Xunta para sufragar los costes de extinción de los siete peores fuegos del verano asciende a 2.433.883,43 euros, una cifra que, por encuadrarla en toda su dimensión, supone más del doble del ajuste que se ha hecho en los nuevos Presupuestos autonómicos en la partida que sufraga el sistema de transporte público escolar.

En el próximo ejercicio, la Consellería de Educación gastará en los buses que llevan a miles de niños a sus colegios 1.613.907 euros menos que el año anterior, ya que la partida ha pasado de 120.446.669 a 118.832.762 euros. Pero la comparación es aún más sangrante cuando se enfrenta lo que tuvo que gastar Galicia en apagar esos siete grandes incendios forestales con el polémico ajuste que también se ha incorporado en los Orzamentos en la partida de ayudas a los libros de texto. El ahorro en este caso, que tiene en pie de guerra a padres de alumnos y profesores, es de 3.242.397 euros, por lo que los más de 2,4 millones que se esfumaron en los siete grandes fuegos de la temporada estival suponen el 74 % de esos fondos.

El incendio forestal más caro de este verano fue el de Oia (Burgueira), en cuya extinción se dilapidaron 585.829,43 euros, una cifra similar al de O Pindo (Carnota), que además de arrasar un espacio tan emblemático y de tanto valor obligó a desembolsar otros 538.439 euros.

Por coste de extinción, a los de Oia y el monte Pindo le siguieron los de A Fonsagrada (Vilabol de Suarna y Vilar da Cuíña), con 394.353 euros; Lousame-Tállara (329.561 euros), Ponte Caldelas (Castro Barbudo), con 271.311 euros de gastos, Liñaio-Negreira (229.187 euros) y Ribeira, con 85.203 euros.

Las pérdidas económicas que suponen los incendios forestales es uno de los argumentos que utiliza la Consellería de Medio Rural e do Mar para reclamar una mayor implicación de la ciudadanía en la denuncia y persecución de los incendiarios, para los que además ha defendido un trato más duro en el nuevo Código Penal. No en vano, la partida prevista para este año por la Xunta para la prevención y extinción de los incendios forestales ascendió a la cifra nada desdeñable de 160 millones de euros, según datos de la Consellería de Medio Rural e do Mar.

El Gobierno gallego sostiene que con una mayor presión sobre los incendiarios sería posible reducir el número de fuegos y, por tanto, también el de fondos que se dedican a su extinción, lo que permitiría liberar esos recursos económicos para contribuir a sufragar la educación o la sanidad pública y hacer menos recortes en estas partidas eminentemente sociales.