El diputado de AGE Fernández Calviño deja el escaño

GALICIA

El que fue uno de los parlamentarios más controvertidos del grupo de Beiras abandona la política para incorporarse a la investigación en Dinamarca

22 oct 2013 . Actualizado a las 20:27 h.

El diputado de Alternativa Galega de Esquerda (AGE) David Fernández Calviño (Toén, 1979) accedió a un escaño del Parlamento gallego desde la lista del paro hace un año. Y ahora que tiene una plaza laboral en Dinamarca relacionada con la investigación, este doctor en Ingeniería de Montes ha optado por poner la política a un lado para no dejar escapar la oportunidad profesional que esperaba desde hace tiempo.

En su corta estancia en O Hórreo, Fernández Calviño se convirtió en uno de los diputados más controvertidos, pues con frecuencia su nombre se vio acompañado de la polémica y a las palabras subidas de tono. «Non tedes puta idea», le espetó en una sesión de control a los parlamentarios del PP, en su puesta de largo como político, a la semanas siguientes sus frecuentes enfrentamientos dialécticos con el vicepresidente del Parlamento, Miguel Santalices, que llegó a suspender en una ocasión el pleno después de que Calviño acusa a los populares se sufrir «felacións intelectuais».

Fernández Calviño era portavoz de AGE en política forestal, el sector vitivinícola y los asuntos relacionados con la provincia de Ourense. Pero en el año que ejerció como diputado, no destacó precisamente por su la labor de parlamentario propiamente dicha, claramente ensombrecida por las polémicas en que se vio envuelto.

Uno de los récord que se llevará Fernández Calviño de O Hórreo es que fue el primer diputado en ser expulsado de la Cámara en la actual legislatura. Ocurrió el pasado mes de febrero un tenso rifirrafe con Santalices cuando presidía el pleno. Calviño se quejó con cierta ironía de que se convocara la sesión en martes de Carnaval, lo que impedía a los diputados disfrutar de la fiesta por tener que acudir al pleno. Y lo que empezó como una broma fue in crescendo hasta que Santalices le enseñó la tarjeta roja y lo expulsó.

Hace apenas un mes, también se encaró al secretario de la Mesa del Parlamento, José Manuel Balseiro, aproximándose a su escaño para abroncarlo, como en su momento hizo Beiras al golpear con el puño la mesa de Feijoo.

Quienes tratan a Fernández Calviño dicen de él que tiene «a cabeza moi ben amoblada», buen criterio, a la vez que «é moi intelixente». De ser así, no cabe duda de que la ciencia saldrá ganando. Inicialmente, Fernández Calviño no tenía previsto abandonar el escaño hasta el mes de enero del 2014, pero en su nuevo destino, la Universidad de Copenhague, quieren que se incorpore ya en noviembre.