La crisis en Galicia agranda la brecha entre el PP y la oposición

Mario Beramendi Álvarez
Mario Beramendi LA VOZ / SANTIAGO

GALICIA

Feijoo tiende la mano en busca de grandes acuerdos entre duras críticas por los recortes

16 oct 2013 . Actualizado a las 00:02 h.

Desde el inmenso margen de maniobra que otorga la mayoría absoluta, más absoluta incluso que la lograda en la anterior legislatura, Feijoo ha acaparado gran parte del protagonismo que le corresponde como presidente en el debate parlamentario sobre la situación de Galicia, la más delicada que se recuerda en la historia de la autonomía. Los precedentes de la vida parlamentaria auguraban un debate bronco, salido de tono, pero la sesión ha discurrido por un sendero de normalidad, sin apenas interrupciones.

Feijoo ha tendido la mano a los grupos de la oposición en la búsqueda de grandes acuerdos que permitan legitimar la acción de gobierno, pero la crisis sigue agrandado la distancia que separa al PP de las fuerzas de la oposición. En la política fiscal, pese al anuncio de una rebaja del IRPF a rentas bajas -calificado por los grupos como el chocolate del loro-, en la necesidad de introducir fórmulas como el copago, en ajustar los presupuestos y, sobre todo, en el grado de responsabilidad del presidente gallego en dos de los asuntos estratégicos de Galicia, como el sector naval y el futuro de Novagalicia Banco.

Mientras la oposición coincide en acusar a Feijoo de ampararse en coartadas de terceros para justificar los hechos, como el tax lease de Almunia o el cambio de reglas de juego del Banco de Espana, el líder del PP abandera sus gestiones con México para dar carga de trabajo al naval y todo el camino político financiero emprendido que, pese a los obstáculos, permite que la entidad fruto de las extintas cajas siga peleando por su viabilidad, sin haber sido absorbida. Por no haber, no existe ni coincidencia sobre los datos que miden el nivel de deterioro socioeconómico de Galicia en esta prolongada crisis. En su turno de réplica, cuando ya habían intervenido todos los grupos, Feijoo pedía al portavoz del BNG un uso riguroso de las cifras sobre la emigración de los jóvenes y el nivel de pobreza, variables que, según Feijoo, no están peor en la comunidad gallega que en el resto de Espana.

La prolongada sesión de la tarde sirvió también para evidenciar cómo la mano tendida de Feijoo tenía en el Bloque y el PSdeG sus principales destinatarios. Feijoo agradeció al BNG su disponibilidad para llegar a acuerdos con la fusión de las cajas y con el catálogo de fármacos, y al nuevo portavoz socialista Méndez Romeu su oferta para alcanzar un pacto sobre el empleo y otro que garantice la galleguidad de NCG Banco. Este punto volvió a mostrar la enorme distancia que separa al PP del resto de grupos, que demanda la creación de una banca pública. «Supoño que non me di vostede iso en serio, porque as entidades nacionalizadas tenen que devolverse logo ao mercado», contestó el presidente gallego a Méndez Romeu, quien había acusado previamente a los populares de emprender una demolición deliberada de los pilares del Estado de Bienestar.

Un argumento cuestionado por el máximo mandatario gallego, quien defendió la solidaridad de las medidas aplicadas por el PP en los comedores escolares y los libros de texto, iniciativas que obligan a pagar a quienes pueden para que los más necesitados queden exentos.

En tono mucho más irónico se refirió Feijoo a Beiras tras una primera intervención en la que el portavoz de AGE había comparado el funcionamiento de la Cámara gallega con una cárcel y se había referido al Ejecutivo gallego como un comando. «Teña coidado co que di se quere gobernar algunha vez nalgún sitio» o «É vostede un personaxe singular» fueron dos de las frases que le dedicó el presidente de la Xunta al portavoz de AGE.

En su réplica, Beiras acusó a Feijoo de intentar provocarle y le advirtió que no entraría en el cebo. En el momento más tenso de toda la jornada, el histórico dirigente nacionalista calificaba al presidente gallego como una persona carente de moral, que renegaba incluso de sus orígenes por ser un desclasado. Beiras se despidió leyendo el correo personal que le había enviado un anónimo, escrito en castellano, en el que reconocía ser histórico votante del PP, pero que había perdido la confianza al ser un partido que gobierno contra el interés general de los ciudadanos. El lider de Anova se ofreció incluso a explicarle a Feijoo algunas cosas en un café. La anécdota de la jornada vino en el turno de contrarréplica del presidente gallego, quien aceptó la invitiación de Beiras con la condición de que el café fuese descafeinado, lo que desencadenó las risas de los diputados.

«Vostedes teñen que elexir se queren discutir ou se queren contribuir a algo», ha concluido Feijoo su intervención entre los aplausos de su grupo, puesto en pie.