Los profesores de Oleiros no corregirán deberes

Eduardo Eiroa Millares
e. eiroa A CORUÑA / LA VOZ

GALICIA

Podrán recomendar ejercicios o lecturas, pero no pedirán en el aula nada sobre esas tareas

03 oct 2013 . Actualizado a las 11:11 h.

El lío de los deberes del colegio Isidro Parga Pondal de Santa Cruz (Oleiros) está tomando tintes surrealistas. El centro público es el único en Galicia en el que se hace cumplir escrupulosamente -tras las denuncias de dos padres- la norma autonómica que impide a los alumnos llevar a casa tareas extraescolares. Muchos progenitores exigen que se aplique esa normativa por igual en todos los colegios o que se modifique para que Oleiros no sea una excepción. Sin embargo, sus esfuerzos por encontrar una interpretación laxa del texto legal que permita a los niños, igual que al resto, llevar algunas tareas para casa, no ha dado sus frutos. O los da según los cursos, porque tampoco se ha unificado al ciento por ciento el criterio en el propio colegio.

Así, a los mayores (sexto curso) no se les dará nada para casa. Se recomienda que los niños lean, pero nada se pedirá en el aula sobre las lecturas recomendadas. «Si un niño flojea en matemáticas o inglés nos podrán recomendar ejercicios», cuenta una de las madres que asistieron a la reunión en el centro en la que se abordó el tema. Lo más curioso es que los profesores no corregirán esos ejercicios recomendados porque la ley lo prohíbe. Los docentes de sexto curso fueron tajantes en ese encuentro con los progenitores: no habrá más opción que esa, recomendaciones de ejercicios, a lo sumo, que deberán corregir los padres, «independientemente de su disponibilidad y capacidad», matiza una de las madres.

En una de las reuniones de cuarto curso también se abordó el tema y se determinó que la ley permite llevarse los libros para casa y que los niños estudien, pero no que se puedan acabar ejercicios no terminados en clase. «Los puede acabar si tu hijo te lo dice, pero no porque la profesora lo haya mandado», cuenta una asistente a la cita.

En otra de las clases será posible que algún profesor recomiende cuadernillos de refuerzo, pero nuevamente serán los progenitores los que deberán hacer las correcciones.

«Si algún niño va mal no tiene opción, nada de refuerzo, y si lo hay, corrigen los padres, que son los que tienen que buscar tareas adecuadas al programa académico de sus hijos, con el riesgo de que se produzcan discordancias entre los distintos métodos», dice una madre. Hace años que los deberes se han convertido en un problema en el Parga Pondal. Por ahora la Xunta no lo ha solucionado.