El líder del PSdeG pone fin con extrema discreción a la etapa de cuatro años y medio como referente de la oposición política al Gobierno de la Xunta
26 sep 2013 . Actualizado a las 00:53 h.Ni una mención de los suyos ni tampoco el más mínimo reconocimiento a los servicios prestados. El líder del PSdeG-PSOE y presidente del grupo parlamentario, Pachi Vázquez, cerró este miércoles con extrema discreción la etapa de cuatro años y medio en la que actuó como el principal referente de la oposición política al Gobierno del PP, y lo hizo en una sesión de control en la que se pudo ver su último cara a cara con el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, al que acusó en su despedida de ser «o destructor dos servizos públicos» y de llevar «o copago no seu ADN».
El de O Carballiño fue el primer dirigente de la oposición en tomar la palabra en la sesión de control a Feijoo para reprochar al PP la extensión del copago a la prescripción farmacéutica de los hospitales y la cofinanciación de los medicamentos para los enfermos crónicos. «Converten as vítimas en culpables e aos culpables en triunfadores», denunció Pachi Vázquez, antes de pedirle solemnemente a Feijoo: «¡Paren esto!».
El líder del PPdeG no pasó por alto que esta sesión de control sería la última que iba a mantener con el líder del PSdeG como protagonistas, debido a que el próximo domingo los socialistas, ya con Besteiro al frente, se dotarán de nuevo equipo ejecutivo y renovarán también la dirección del grupo parlamentario, en el que ya no estará Pachi Vázquez. «Non sei canto tempo vai ter», le dijo el presidente de forma velada a su relevo en el cargo, para pedirle también que se abstuviera de «enganar á xente» con esta cuestión.
Defensa del copago farmacéutico
Feijoo defendió la ampliación del copago farmacéutico, ampliado a 157 nuevas referencias de medicamentos, para poder controlar mejor una línea de gasto que engulle cada año 1.000 millones de euros de los 8.000 con que cuenta el presupuesto de la Xunta.
Pachi Vázquez, secundado por los socialistas Abel Losada, Carmen Gallego y María Quintas, protagonizó algún que otro gesto de protesta contra las palabras de Feijoo golpeando con la mano la mesa del escaño a modo de desaprobación. Al término de la sesión de control, se atusó la chaqueta y abandonó en solitario el hemiciclo sin que ningún miembro de su grupo lo interceptara antes las cámaras para estrecharle la mano o agradecerle los servicios prestados durante más de cuatro años. En el próximo pleno, que tendrá lugar en la segunda semana de octubre, el PSdeG lanzará a la arena a un nuevo diputado para protagonizar los careos con Feijoo.