Cuarenta expertos forestales trazan un plan para salvar el monte gallego

Carlos Punzón
carlos punzón VIGO / LA VOZ

GALICIA

Estiman factible frenar su abandono, creando además 21.000 empleos

22 sep 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Galicia produce la mitad de la madera cortada en España, pero solo genera el 13 % de la facturación del sector; únicamente cuenta con el 13 % de los 157.000 empleos directos de la industria en el Estado, y solo suma una de cada diez empresas existentes en dicho campo. Las cifras maestras del sector maderero nada tienen que ver tampoco con la realidad y presencia de la superficie forestal en Galicia: casi el 70 % del suelo de la comunidad está destinado a ese fin, pero el 30 % está desaprovechado, porcentaje que otras potencias madereras como Finlandia reduce a un 12 % o Austria a un 14.

Esa escasa valorización del monte gallego y la incidencia en su abandono o los incendios forestales ha llevado a la Asociación de Becarios de la Fundación Barrié, apoyados por la consultora The Boston Consulting Group y más de 40 expertos forestales internacionales académicos, administrativos y empresariales, a radiografiar a un sector del que, como primera conclusión, estiman debería tener un mayor peso social y económico en la comunidad, y con ello favorecer su conservación y evitar catástrofes como la que vivió una vez más Galicia este verano.

Inversión multiplicada por 5

El plan, en manos ya de la Administración autonómica, cifra en 485 millones de euros la inversión necesaria para revolucionar el sector forestal gallego y hacer posible con ello la creación de 21.000 nuevos puestos de trabajo y la generación de un impacto económico de 2.698 millones de euros, que alcanzaría los 4.100 en el escenario más óptimo y 1.500 en el más pesimista.

Las propuestas se centran principalmente en modificar la estructura de la propiedad del monte; aumentar su competitividad y calidad de la madera producida, y respaldar administrativa y económicamente a toda la industria forestal.

Combatir el abandono del monte es, además de uno de los objetivos principales del plan, una de sus propuestas concretas, que pasaría por identificar las fincas sin uso para obligar a ponerlas en producción, incluso por cooperativas dentro de un banco de montes.

El impulso al asociacionismo como forma de trabajar la superficie forestal es planteada por los autores del plan como clave en Galicia para acabar con el minifundio que limita el aprovechamiento del monte. Mejorar la fiscalidad de las cooperativas, e incluso concederles una discriminación positiva en subvenciones y ayudas es la tercera pata en la que se asienta la propuesta para hacer evolucionar la estructura de la propiedad.

Mejorar la gestión de los montes de mano común es la base que la Fundación de Becarios de la Barrié y los expertos consideran imprescindible para obtener más rendimiento forestal en Galicia. El alquiler de sus tierras para aprovechamiento maderero y establecer un estándar de producción, sostenibilidad y reinversión, es propuesto junto a impulsar usos del bosque adaptados a cada localidad; aumentar la superficie con madera certificada, de mejor calidad por tanto; lograr un I+D+i forestal más práctico, y conformar una plataforma digital de comercialización de madera, que redunde en una mayor transparencia en las transacciones de lo generado en los montes.

El tercer gran bloque de propuestas entregadas a la Xunta se fija en el sector industrial para fomentar la demanda de nuevos productos madereros, con planes para sectores como el de la rehabilitación urbana, o la energía, con el uso de biomasa forestal.

Tareas del Gobierno

La Administración es conminada también a implicarse activamente creando una ventanilla única que facilite las cortas, y que estas acaben permitiéndose de manera automática, o aumentando el tonelaje legal de los transportes de madera por carretera a las medidas establecidas en países forestales.

La implicación directa del empleo en el sector forestal es para el estudio una de las vías que más incidirían en la conservación del monte, tareas en la que concretan en 10.613 los empleos que se podrían crear al año con un mayor uso cooperativo, así como 4.067 más en su mantenimiento y limpieza, 3.757 en nuevos usos del bosque, o 1.921 más en rehabilitación de viviendas con madera.