Investigan el catastro para ver a quién beneficia el fuego de O Pindo

javier romero / j. m. sande RIBEIRA, MUROS / LA VOZ

GALICIA

fotopor
José Manuel Casal

Buscan posibles motivaciones vinculadas con el sector ganadero y forestal

14 sep 2013 . Actualizado a las 19:45 h.

El monte Pindo continúa siendo pasto de las llamas, que se iniciaron el miércoles. Ayer, al cierre de esta edición, las hectáreas calcinadas habían superado ampliamente la barrera de las 2.000. Continúa la investigación para esclarecer la posible autoría y el móvil que dio pie a esta catástrofe ecológica, que ya arrasó la flora y la fauna de este emblemático enclave natural.

La Guardia Civil es la responsable de las diligencias que por ahora están enfocando toda su atención en dilucidar los posibles intereses relacionados con los sectores ganadero y maderero que podrían tener particulares u otras entidades con terrenos en propiedad dentro de este espacio de elevado valor medioambiental integrado en la Red Natura.

De ahí que se esté revisando la titularidad de cada propiedad. La idea es saber si los dueños pueden sacar algún beneficio económico con la quema de este espacio natural.

Pero la investigación iniciada por la Guardia Civil está dando aún sus primeros pasos. Los agentes que están disponibles tienen que compaginar estas pesquisas con otras tareas de auxilio en las poblaciones afectadas, lo que les obliga a estar desplegados en el monte Pindo y en sus alrededores día y noche. Por lo menos hasta que se declare controlado el fuego. Los responsables de la investigación explican que, por ahora, no han recibido ninguna denuncia vecinal que pudiera ayudar a esclarecer las causas del este incendio. Aún así, la Guardia Civil no ha dejado de recorrer cada aldea de la zona para hablar con los vecinos e intentar encontrar alguna pista solvente entre lo que cuentan los que pudieran haber visto algo sospechoso.

La villa de O Pindo, cercada

La población de O Pindo (1.500 vecinos), en Carnota, era ayer la zona que corría más peligro por su localización. Está ubicada a los pies del este macizo rocoso, el lugar por el que el fuego descendía por una de sus laderas hasta las casas. Un portavoz de los medios terrestres de extinción desplegados en la zona señalaba ayer por la noche que el viento dio una tregua a media tarde al cambiar de dirección, lo que calmó los nervios de los habitantes de esta población que llevaba más de 15 horas en alerta.

Mientras, en el corazón del monte, el fuego seguía ayer, al cierre de esta edición, quemando el poco verde que aún no está carbonizado . Ya a media tarde, el lugar sobre la que planeaba la amenaza era O Fieiro, una aldea que se encuentra entre los municipios coruñeses de Carnota y Mazaricos.