Renfe revela al juez ocho incidentes previos en la línea del accidente

Pablo González
pablo gonzález REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

La operadora remite las averías de los trenes Avant, pero no hace mención a los problemas de seguridad del Alvia

13 sep 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

La información remitida por Renfe al Juzgado de Instrucción número 3 de Santiago revela ocho incidentes previos en la línea de alta velocidad Santiago-Ourense, desde que se inauguró en diciembre del 2011 hasta el accidente del Alvia el pasado 24 de julio. Lo curioso es que en el listado de partes de accidentes e incidentes -al menos en la información a la que ha tenido acceso La Voz- no figura ni uno solo relativo a los Alvia S-730. Los ocho informes, firmados por distintos maquinistas, pertenecen a los trenes de media distancia Avant, como demuestra que en la numeración del material móvil todos comiencen con el número 121 de esta serie.

No habría por tanto ni una sola incidencia relativa a los Alvia, a pesar de que el propio presidente de la compañía reconoció que había continuos fallos en el sistema ERTMS del tren -el más seguro-, que motivaron que poco después de su entrada en servicio, en junio del 2012, se pidiera permiso al ADIF para circular en ASFA, que apenas monitoriza la conducción del convoy. Renfe logró esta autorización «temporal» pensando que Bombardier solucionaría el problema en un mes, pero a día de hoy sigue sin solventarse.

Al menos seis de los ocho partes de incidencias tienen que ver con el ERTMS de los Avant. El del 2 de febrero del 2012, el maquinista describe así el suceso: «A la altura del kilómetro citado se produce urgencia por avería en el equipo ERTMS de a bordo. Se anula el mismo y se reanuda la marcha». El retraso por la avería del equipo embarcado se cifra en 12 minutos. Fuentes consultadas constatan que los Alvia sufrieron complicaciones similares, pero en los tomos 12 y 13 del sumario, donde se recopila la documentación de Renfe, no hay ninguna referencia a ellas.

Retrasos

Las averías reconocidas por Renfe producen retrasos que oscilan entre los cinco y los cincuenta minutos, pero la propia operadora ferroviaria quita hierro a estas incidencias. «Cabe indicar -aseguran en un informe- que algunos de los partes de accidentes e incidentes se han desechado como incidencias, ya que reflejan solo averías, a nuestro criterio».

Aparte de problemas con el ERTMS, los partes reflejan bajadas de tensión en la catenaria y problemas al paso por las zonas neutras, con reducciones significativas de la velocidad o incluso parada del convoy. Estas pérdidas de tiempo provocaron en al menos un caso que se desconectara el ERTMS, «al no poder cumplir los tiempos de paso entre grupos de eurobalizas», escribió el maquinista.