La esposa del autor del atropello mortal de Cedeira pide su libertad

ana f. cuba CEDEIRA / LA VOZ

GALICIA

Cuando se cumple un año del suceso, proclama la inocencia de su marido

07 ago 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

La familia del constructor Maximino Caruncho, autor del atropello que causó la muerte del también vecino de Cedeira Juan José García, de 76 años, el 10 de agosto del 2012, defiende su inocencia, pide su liberación y reclama una investigación exhaustiva de lo ocurrido. Cuando está a punto de cumplirse un año del suceso que conmocionó la villa, el conductor del coche continúa en la cárcel de Teixeiro. La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de A Coruña ha ratificado el auto del juez de Ortigueira, que denegó la libertad de Caruncho, acusado de supuesta intencionalidad en el atropello que causó la muerte del peatón.

«Despois dun ano no cárcere, contaba saír. Parécenos incomprensible que unha persoa sen antecedentes penais e sen unha sentenza firme que diga que fixo algo estea en prisión», dice la esposa del recluso, María Teresa Pérez. «Aquel día saíu da casa, ía pagar unhas facturas a Ferrol e antes ocorréuselle ir mirar o cambio da estatua da peixeira, unha obra que estaba facendo no porto... Non o veu... Díxome que torcera a cabeza ao chegar á curva para mirar se viña un coche e sentiu o golpe», relata. La familia esgrime las supuestas contradicciones del informe elaborado por la Policía Local -«os primeiros en chegar ao sitio», recalcan- y la Guardia Civil de Tráfico, cuerpo competente en la investigación por tratarse de un supuesto homicidio, según dictaminó el juez al día siguiente del suceso.

«Hai diferenzas moi grandes; no informe da Policía Local dise que había coches aparcados que dificultaban a visión e o da Garda Civil non o recolle porque cando chegaron xa non estaban», explica la mujer. Ella y sus hijos admiten «que puido haber unha neglixencia, del, por non se concentrar máis na condución, mais tamén do peatón, por andar polo medio da estrada». Pero niegan intencionalidad. «Sempre confiamos na xustiza e na inocencia de Maximino», reitera su mujer. «De que vale a presunción de inocencia se xa o condenaron o primeiro día», se pregunta. Caruncho, de 67 años, «leva 45 anos dedicado á empresa». «Empezamos de nada -cuenta su esposa- e traballamos toda a vida. Por iso me dá aínda máis tristeza velo alí metido». Su encarcelamiento también ha tenido consecuencias para las empresas familiares, dedicadas a la construcción, la promoción de viviendas y la venta de materiales de construcción. «Levábao todo na cabeza», subraya. Admite que en este año han tenido que «malvender» algunas propiedades para hacer frente «a situacións bancarias», en plena crisis del sector. Y desmiente tajante las acusaciones por un supuesto alzamiento de bienes para eludir la responsabilidad derivada del atropello mortal.