El trauma del rescatador

Gaspar de la Serna

GALICIA

29 jul 2013 . Actualizado a las 06:00 h.

Cuando sucede un hecho trágico se produce un gran impacto emocional sobre las personas que lo viven. Los acontecimientos de gran intensidad pueden dejar afectado al sujeto durante años o, incluso, toda la vida. Los recuerdos y pensamientos vuelven y vuelven, intrusivamente, sin que el afectado pueda evitarlo, trayendo consigo toda la carga emocional de aquellos momentos haciéndole revivir una y otra vez la angustia. Durante la noche, insomnio, despertares y, con frecuencia, pesadillas. Técnicamente: trastorno por estrés postraumático. Damos por hecho que las víctimas de un accidente puedan sufrirlo, pasando por alto que los rescatadores ven más imágenes impactantes y durante un tiempo más prolongado que las propias víctimas, evacuadas del escenario a la mayor rapidez posible. Cualquier profesional puede sufrirlo. Tanto más cuanto menos acostumbrado esté a escenas similares. ¿Y los vecinos de Angrois? Sin duda, bastantes de aquellos héroes, sin golpes en el cuerpo, serán unas víctimas más. Los rescatadores en algunas ocasiones reciben merecidos honores pero, con frecuencia, son víctimas olvidadas. Aunque la mente posee mecanismos naturales por los que la huella se va reduciendo y en algunos casos desaparece, no siempre es así. La OMS reconoce de elección en este cuadro la terapia cognitivo-conductal y el EMDR. Esta última, rama psicoterapéutica más reciente, consigue en un muy breve lapso de tiempo reprocesar los recuerdos desligándolos de las emociones, y hace desaparecer la sintomatología definitivamente. Los fármacos, de uso generalizado, aliviarán los síntomas sin resolver el cuadro, que podría perpetuarse. Los interesados en conocer EMDR pueden consultar la página http://www.emdr-es.org/