Accidente en Santiago: Las víctimas tienen derecho a un primer pago de hasta 21.000 euros

Gabriel Lemos A CORUÑA / LA VOZ

GALICIA

El adelanto de la indemnización debe abonarse antes de quince días

27 jul 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Poco importa lo monetario en medio de una tragedia como la que estos días asuela Galicia, pero los plazos administrativos apremian y obligan a las víctimas del accidente de tren y a sus familiares a acelerar los trámites para hacer valer sus derechos y reclamar las indemnizaciones que recoge la ley en accidentes como el ocurrido en Santiago.

Así, el Reglamento Europeo de Derechos y Obligaciones de Viajeros de Ferrocarril establece que en caso de que un viajero muera o resulte herido, la empresa ferroviaria, en este caso Renfe, debe abonar antes de quince días los anticipos necesarios «para atender las necesidades económicas inmediatas, de forma proporcional a los daños sufridos».

Un plazo que empieza a contar desde el momento en que se haya identificado a la persona con derecho a percibir el anticipo y cuya cuantía es variable, pudiendo llegar hasta los 21.000 euros en el caso de los fallecidos. En cualquier caso, se trata de un adelanto que se deducirá de la indemnización que se abone posteriormente.

No es la única vía de compensación a las víctimas, ya que, como recuerdan fuentes del sector asegurador y organizaciones de consumidores, el cobro de esta cantidad es compatible con la de otros seguros contratados, bien por la compañía que opera el tren o por los propios pasajeros.

En ese sentido, las aseguradoras recuerdan que el billete incluye un seguro obligatorio para el viajero, que Renfe tiene contratado con Allianz, y que incluye un pago único de 36.000 euros en caso de fallecimiento, aunque desde Facua recordaron ayer que la normativa europea lo eleva hasta 74.000 euros.

Pero, además, están las pólizas de vida y accidente contratadas por los propios viajeros y las asociadas a las tarjetas de crédito en caso de que estos pagasen sus billetes con ella. Indemnizaciones a las que se sumaría, en último caso, la de responsabilidad patrimonial, que debería abonar bien Renfe o bien ADIF, en función de a quién se le atribuya la carga del accidente tras la comisión de investigación y el posterior proceso judicial.

El coste del accidente tardará un año en saberse

Nadie se atreve a ponerle cifras al accidente de Santiago. Primero, porque no es el momento, con la atención centrada en la atención a las víctimas. Y, porque como reconocen expertos del sector asegurador consultados por La Voz, la magnitud de la tragedia hace casi imposible fijar con esta premura cuál podría ser el coste.

Un año es el plazo mínimo que establecen para que pueda empezar a aclararse tanto la cuantía a la que ascenderán las indemnizaciones -una vez determinado el alcance de los daños a los heridos- como también qué compañía deberá asumirlas, algo que dependerá del resultado de la investigación y de la decisión del juez.

Caben dos posibilidades. Si se confirma que la responsabilidad puede atribuírsele a Renfe, esta respondería a través del seguro de responsabilidad civil suscrito con la compañía australiana QBE, que comenzó a trabajar con la operadora española el pasado mes de enero. En caso de que se determine que la causa del accidente cabe achacársela a la infraestructura, la responsabilidad recaería en el ADIF, que tiene su seguro de responsabilidad civil contratado con una empresa del grupo Allianz.

La póliza que Renfe tiene contratada con QBE cubriría los daños causados a los pasajeros, así como en sus equipajes y en las infraestructuras ferroviarias. Pero incluye una franquicia de un millón de euros, por lo que en todas las reclamaciones que se presenten y en las que se determine la responsabilidad de la operadora, esta respondería hasta esa cantidad y, a partir de ahí, la aseguradora asumiría el resto de la indemnización.