Las víctimas de la tragedia: Mujer vitalista que veraneaba a orillas de Arousa

M. S. vilagarcía / la voz

GALICIA

26 jul 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Se llamaba Andrea Hernández Miguel y cada verano acudía a Vilagarcía para pasar sus vacaciones en familia. En la capital arousana vive una de sus primas, prácticamente una hermana, a la que visitaba con frecuencia. «Era una mujer enormemente vitalista, que transmitía alegría y siempre nos hacía reír», confesaba ayer conmocionado Juan Bao, el secretario comarcal de Comisiones Obreras, uno de sus sobrinos que, desconsolados, recibían hacia las tres y media de la tarde la confirmación de que Andrea se encontraba entre las víctimas mortales.

Andrea, que rondaba los 70 años de edad, había nacido en El Perdigón, un pequeño pueblo de la provincia de Zamora. Instalada en Madrid, tenía dos hijas que, según sus allegados, sobrellevan su inconmensurable pérdida con enorme entereza. De acuerdo con sus deseos, su cuerpo será incinerado en Vigo para que, probablemente, sus cenizas sean esparcidas a continuación en la ría que aprendió a amar junto a su gente. Un tren, a cuatro kilómetros de su destino, segó su viaje.