Las víctimas de la tragedia: El estratega de la campaña de Fraga en las elecciones de 1989

julio á. fariñas REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Oficiaba de gallego en Madrid, aunque era castellano de nacimiento

26 jul 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

En el tren Alvia siniestrado en la tarde-noche del miércoles viajaban dos periodistas que corrieron una suerte bien distinta: Aníbal Malvar y Enrique Beotas. El primero, residente en Madrid, pero coruñés de nacimiento, iba en el vagón número ocho y salió de entre los hierros del tren por su propio pie. Pudo ayudar a socorrer a muchos heridos, ya que solo se fracturó una costilla y vive para contarlo cuando se recupere del susto, previsiblemente en un nuevo libro.

Enrique Beotas, Quique para los que coincidimos con él en los pupitres de la Facultad de Periodismo de la Complutense en la segunda mitad de la década de los setenta, tuvo menos fortuna y a las pocas horas de la catástrofe ya era identificado como una de las 80 víctimas mortales.

La sexta provincia

Nacido en Ávila hace 58 años, Quique Beotas llevaba más de tres décadas oficiando de gallego en Madrid, donde había fundado el club La Sexta Provincia, en el que tenían cabida todos aquellos que sin ser gallegos de nacimiento se sentían vinculados personal y profesionalmente a esta tierra.

La presentación el pasado 22 de junio en el Balneario de Mondariz de las entrevistas realizadas a los integrantes de ese club, que este año llegó a su décima edición, fue el motivo de su penúltimo viaje a Galicia.

Con Fraga

El nexo galleguista de Beotas se remonta a comienzos de los años ochenta, cuando con el título de licenciado en Ciencias de la Información recién obtenido, se incorporó a Génova 13 como jefe de prensa y mano derecha de Manuel Fraga en su etapa de presidente de Alianza Popular. Fue entonces cuando cambió la chaqueta de pana que caracterizó su indumentaria durante los cinco años de estudiante por el traje y corbata de rigor, propio de todo ejecutivo que se precie.

Esa relación con el entonces jefe de la oposición duró casi una década y generó una gran empatía entre ambos. Dicen quienes lo trataron en esa etapa que «el explosivo carácter de Fraga solo era atemperado por la solvencia de Enrique, que sabía sacar lo mejor del político y aparcar lo peor del gallego».

Beotas se vino con Fraga a Galicia en el año 1989 para dirigir la campaña electoral en la que le arrebató la presidencia de la Xunta al Gobierno tripartito presidido por Fernando González Laxe y se trajo como segundo a Jesús Pérez Varela.

Hombre de radio

Según los expertos en comunicación política, la estrategia de Beotas, que hizo pivotar toda la campaña mediática en la radio, a base de cuñas en las que hablaba el propio Fraga, fue clave para el triunfo del candidato del PP en aquellas elecciones.

Fraga se quedó en Galicia como presidente durante tres mandatos y Pérez Varela como su mano derecha, pero Quique Beotas regresó a Madrid y se dedicó de lleno a la radio comercial. Compraba espacios en distintas emisoras, en los que emitía La Rebotica, un programa basado en la difusión de temas relacionados con la salud y el mundo farmacéutico. Hasta su muerte fue director editorial de Quator Quindici, empresa dedicada a la gestión de comunicación. En su dilatada trayectoria profesional deja básicamente amigos.