Era la palabra exacta en el momento oportuno. Blanca Padín, la profesora de Lengua y Literatura de varias generaciones de tudenses, se fue en una nube. Su vicio confeso era la lectura, también de la que no estaba escrita con palabras o en papeles. Por eso, y gracias a su casi sobrenatural humor e inteligencia, le habría gustado leer ayer los miles de mensajes que sus alumnos, de todas las edades, colgaron en esa nube de Internet a la que se subieron con ella en cuanto la supieron despidiéndose. «Era amiga, compañera, inteligente, conversadora, buena, irónica y muy, pero que muy alegre», recordaba ayer una de su grandes amigas y también profesora Dolores Balseiro. Esas virtudes le valieron siempre el respeto y admiración de sus alumnos. Brillante conversadora, cautivó siempre a sus compañeros y conquistaba a sus discentes. Muchos recordaban ayer el discurso con el que hace unas semanas Blanca Padín dejó las aulas y en el que con ironía y elegancia, removió las entrañas de todos sus pupilos.
«Era profunda y extremadamente culta», recordaba, Tante Fernández, otro exprofesor del instituto San Paio de Tui. Sobre su humor, él y todos los que la conocían recuerdan cómo bromeaba con su pasión: «Soy una lectora empedernida porque soy muy vaga» decía, y cualquier tema era bueno para conversar. Viuda y con dos hijos, Blanca Padín era comadre de Carlos González Garcés, concejal del PSOE en A Coruña entre 1987 y 2011. Su hijo, Carlos Vázquez, es el presidente del partido Converxencia XXI, grupo que ayer cerró filas entorno a su compañero. «Que la tierra te sea leve», le dedicó con admiración el grupo del BNG de Tui.
Derrochaba vitalidad
El alcalde, Moisés Rodríguez, destacó la vitalidad y humanidad de su profesora. «O bo mestre non deixa o ensino, a recompensa será estar con eles, por tódolos tempos», decía uno de los mensajes de una exalumna.
blanca padín exprofesora del ies san paio de tui y madre del político carlos vázquez padín