Accidente en Santiago: Las vidas truncadas por una tragedia

La Voz

GALICIA

El accidente del tren Alvia procedente de Madrid en Santiago dejó inconclusas las vidas de decenas de personas, que querían volver a sus casas, visitar a familiares o visitar la capital gallega en un día muy especial

03 sep 2014 . Actualizado a las 12:13 h.

El llanto, la tristeza, la conmoción y la incertidumbre fueron los protagonistas del Día de Galicia más dramático en la historia de la comunidad. El descarrilamiento del tren Alvia que conmocionó a España dejó 80 muertos.

Poco a poco trascendieron los nombres y rostros de esos pasajeros cuyas vidas quedaron truncadas en la zona cero ante la mirada atónita de los vecinos de la localidad de Angrois.

Tomás López, un joven de Ferrol, y su madre, Elisa Brión, fueron dos de las víctimas mortales del accidente de tren de Santiago. Poco después de salir de la estación de Chamartín, el chico escribía a su primo en Facebook diciéndole que todo iba bien. Sería su familiar quien, a través de la red social, daría la noticia de su fallecimiento.

Otra de las personas que perdieron la vida en el accidente fue Ana Álvarez, una funcionaria de 45 años, que regresaba a A Coruña después de visitar a sus padres en Ourense.

Juana Arganda, natural de Ávila, fue otra de las fallecidas en el accidente. La chica, con vínculos en la ciudad de Ferrol, viajaba con su marido, que sigue hospitalizado.

El concello ourensano de Xunqueira de Ambía sufrió un gran golpe tras conocer la muerte de dos vecinas, Celtia Cabido y Eva Pérez, dos estudiantes de 21 y 24 años que se dirigían a la capital gallega para encontrarse con sus compañeros Erasmus.

Carolina Besada Garrido, estudiante viguesa de 18 años, fue otra de las fallecidas. La chica fue protagonista de una incansable búsqueda por miles de personas, conocidas y desconocidas, que se unieron a la desesperación de su hermana, Marta.

El periodista Enrique Beotas fue uno de los pasajeros que perdió la vida el pasado 24 de julio. El que fuera estratega de la campaña de Fraga en las elecciones de 1989, oficiaba de gallego en Madrid aunque era castellano de nacimiento.

A última hora de la tarde del jueves también se supo que Carla Revuelta Careaga, la directora de series de televisión de gran éxito como Aída o 7 vidas, era una de las ochenta personas que perdieron la vida en el accidente ferroviario de Angrois. Actores, realizadores, guionistas y otros miembros del mundo de la cultura enviaron sus condolencias por la Red.

Delia Buján y Braulio Domínguez, una pareja de Rianxo de 88 y 71 años de edad, también iban a bordo del ferrocarril. Regresaban de Madrid tras visitar a su hijo enfermo de cáncer y perdieron la vida al igual que Rodrigo Moledo, un joven de 22 años, hijo de gallegos y residente en la capital. El destino quiso que en lugar de hacer el viaje en coche junto a sus padres la semana pasada se quedará en Madrid para realizar unos trámites y cogiera el tren del que ya no saldría con vida.

Elena Ausina Arrojo también pensaba pasar sus vacaciones en Galicia. La guardia civil de 32 años se dirigía a A Coruña para reunirse con los suyos.

El novio de Laura de Juan también se quedó esperando a que la joven pontevedresa de 23 años volviera a casa tras finalizar un máster en Madrid. El padre de la chica, cirujano del hospital Montecelo, sabía con certeza que Laura viajaba en el tren siniestrado.

Laura Naviera y David Martínez sacaban muy buenas notas y eran muy trabajadores. Ambos estudiaban medicina en la universidad de Lérida y querían aprovechar el descanso estival para vacacionar en Galicia junto a la familia de la joven, de 21 años.

La vida de David Villoldo Pardo, de 27 años, también se trucó el pasado jueves. El joven informático llevaba año y medio trabajando en Madrid en una empresa especializada en márketing directo. Sus padres lo esperaban en la estación de A Coruña pero nunca llegó.

El informático Jacobo Romero Rivera también hizo ese último viaje en el tren siniestrado en Alvia. Pero nunca llegó a su destino.

Andrea Hernández acudía cada verano a Vilagarcía para reunirse con su familia. Pero este año faltó a la cita. La mujer, de 70 años, será incinerada en Vigo.

Otras dos víctimas del accidente de Santiago eran de la parroquia de Barallobre, en Fene. Lidia Martín y su hija Daniela Recio de tan solo dos años perecieron en el suceso. La mujer viajaba junto a su marido y su otro hijo, Iago, quienes sobrevivieron sin lesiones graves.

Igual de trágica resulta la historia de Antonio Jamardo Villamarín, un comercial que viajaba a Santiago para acudir a la boda de su hermano pequeño. Hoy será enterrado en el cementerio parroquial de San Xulián, en Pontecesures.

«Era amiga, compañera, inteligente, conversadora, buena, irónica y muy, pero que muy alegre». Así será recordada Blanca Padín, exprofesora del IES de San Paio de Tui y madre de Carlos Vázquez Padín, concejal de Converxencia XXI en Tui.

José Luis Valieras y Leonor Buendía cambiaron el viaje en avión por el tren para visitar a sus parientes en Galicia y esa fatal decisión les costó la vida.

Sus conocidos y familiares también echarán en falta a José María Romeral Escribano, párroco de Colmenar Viejo que también se encuentra en la lista negra de los fallecidos al igual que en mecánico de Talavera, Luis Manuel Rodríguez, de 44 años.

Entre los muertos se encuentran también cinco pasajeros andaluces: Ignacio Bustamante, Antonio Reyes, Rosa Quijano, Francisco García y Esperanza Márquez. También figuran dos riojanos entre las víctimas mortales. Se trata de Rosa María Nicolás Alonso, una mujer de 71 años natural de Logroño pero residente en Madrid, y Francisco Navajas, de 76 años, que vivía en A Coruña desde hace veinte años.

La procedencia de los heridos y de los fallecidos en el accidente era muy diversa. Entre las personas que murieron la vida se encuentra un estadounidense y otros cinco están heridos. También una alta funcionaria del Ministerio de Planificación y Desarrollo de la República Dominicana, Rosalina Ynoa, perdió la vida cuando se disponía a sorprender a su hermana, visitándola sin previo aviso en Santiago.

En el siniestro perdió la vida un sobrino del diputado popular José Ignacio Llorens, presidente de la Comisión de Agricultura y Medio Ambiente del Congreso.