El fuego arrasó cincuenta hectáreas de monte en los concellos de Outes y Muros

A. Gerpe / J. M. Sande RIBEIRA / LA VOZ

GALICIA

Los equipos de extinción trabajaron durante dieciséis horas y en la zona se desplegaron cinco helicópteros y dos aviones

19 jul 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

La comarca de Barbanza sufrió ayer el primer gran incendio del verano. Las estimaciones de Medio Rural cifran en cincuenta las hectáreas calcinadas, la mayoría de monte arbolado. El fuego comenzó a la una de la madrugada en el núcleo de Cernadas, perteneciente al municipio de Outes, y a medida que avanzaban las horas, debido a la acción del viento, fue extendiéndose hacia Esteiro, en Muros.

En Cernadas, las llamas se acercaron a unos 300 metros de las casas y los equipos de intervención despertaron a los residentes ante la situación de peligro que se vivía.

Los esfuerzos de los servicios de emergencias se concentraban en rodear el fuego y evitar su avance imparable. Sin embargo, el viento y las altas temperaturas convertían ese propósito prácticamente en imposible. De hecho, a las cinco de la mañana la situación comenzó a empeorar, se detectó un segundo foco y el fuego comenzó a abrirse demasiado para que fuera posible delimitarlo en un perímetro.

Terreno seco

A estos factores se unía el hecho de que la tierra está muy seca y llena de tojo, lo que provoca grandes llamaradas. Otro de los inconvenientes era el terreno escarpado en el que debían moverse las brigadas, que complicaba su trabajo.

La llegada de un vehículo especial permitió abrir vías por uno de los flancos, lo que empezó a facilitar las cosas a quienes luchaban incansablemente contra el avance imparable del fuego.

El dispositivo desplegado fue muy grande: 29 brigadas, el servicio de emergencias de Noia, dos técnicos, trece agentes forestales, 16 motobombas, cinco helicópteros y dos aviones.

A las once de la mañana se unieron a este grupo 26 integrantes de la Unidad Militar de Emergencias (UME) equipados con tres camiones motobomba y una nodriza para dar servicio a las motobombas.

Controlado

Hacia las dos de la tarde se dio por estabilizado el incendio, pero no fue hasta las seis cuando la Consellería de Medio Rural lo dio por controlado. Después de haber conseguido impedir que continuase avanzando y afectando a otras superficies de terreno, el trabajo de los equipos de extinción fue el de regar las zonas adyacentes para refrescar el terreno.

Cuando la situación estuvo estabilizada se redujo el número de efectivos desplegados en el lugar.

Varias personas fueron desalojadas de sus casas por la proximidad

de las llamas