Tres años de cárcel por querer matar a su ex por cortarle el pelo a su hijo

Jesús Manuel García OURENSE / LA VOZ

GALICIA

Pidió presupuesto al extranjero por Internet y dio información detallada de su exnovio a unos sicarios

16 jul 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

La Audiencia Provincial de Ourense ha condenado a Sonia Coello a tres años de cárcel por haber propuesto el homicidio de su expareja. El 11 de julio del 2009 la acusada contactó vía Internet con una cuenta de correo de justicia a sueldo. Pidió presupuesto para matar a su excompañero. Como desde aquella cuenta le contestaron que no actuaban en España, contactó con otra preguntando cuánto costaba matar al hombre. Se quejaba de haber sufrido malos tratos y aseguraba que, como con ella no podía, los tenía que padecer el hijo de ambos cuando le tocaba estar con su padre.

A los responsables de la cuenta de matar por encargo les facilitó, por correo, detalles físicos y pistas para localizarlo: «un trabajador de clase media fácil de localizar en el supermercado donde trabaja». Incluso dio la dirección exacta y las características del coche que usaba. También contaba cómo vestía, que vivía solo e incluso aportó una foto. El acuerdo era que le costaría 3.000 euros, entregando una primera cuota de 700 que debía enviar a Perú.

La mujer fue detenida saliendo del supermercado en el que trabaja, llevando 787 euros con ella, el 15 de julio de aquel año

En el juicio la acusada aseguró que existía una mala relación con su excompañero y que la gota que había colmado el vaso, y por lo que había decidido buscar un sicario, fue que él le cortó el pelo al hijo de ambos sin permiso.

Para la Sala, los correos no ofrecen duda de la intención de la mujer, de proposición de homicidio: pidió presupuesto y en varias ocasiones empleó la palabra «eliminar». Dio todo lujo de detalles de la posible víctima y se resalta como dato revelador que al ser detenida portaba una cantidad de dinero coincidente con el primer pago para el macabro encargo.

Fue la pareja que tenía Sonia Coello en el momento de los hechos quien vio los correos (que para la Audiencia revelan su intención) y acudió a la Guardia Civil. Aunque la defensa argumentaba que era más adecuado hablar de tentativa de homicidio, y que no llegó a pagar al sicario, la Audiencia califica el delito de proposición de homicidio y expone que el pago no resultaría necesario para la perfección del delito, «al resultar irrelevante que la invitación sea aceptada por el destinatario de la misma».