El presidente del Gobierno prevé pasar unos días de descanso en una casa alquilada de la comarca de O Salnés
16 jul 2013 . Actualizado a las 10:58 h.Mariano Rajoy cambiará este verano Sanxenxo por Ribadumia. El presidente del Gobierno ya tiene una casa reservada en esa localidad para las escapadas a su tierra en el mes de agosto. Su agenda está más marcada que nunca por los acontecimientos políticos y la crisis en el PP, así como por el calendario de los consejos de ministros. En principio, el último de ellos podría celebrarse el viernes 2 de agosto.
Algunas fuentes apuntan que pese a su apego por Sanxenxo -de donde es oriunda su esposa, Elvira Fernández- la comarca de O Salnés y Pontevedra, también podría pasar algunos días en Doñana, como hizo durante la última Semana Santa.
La vivienda que utilizará Rajoy en Ribadumia ya ha recibido los parabienes de los servicios de seguridad del Estado, que la visitaron hace unas semanas. Allegados al presidente se encargaron de localizar este inmueble, suficientemente aislado, y su séquito se hospedará en un hotel próximo.
Desde que es presidente del Gobierno, Mariano Rajoy solo ha utilizado su apartamento de primera línea de playa en Silgar para descansar en temporada baja, fuera del bullicio veraniego. Lo hizo las últimas dos Navidades y en la Semana Santa del pasado año. En agosto del 2012 utilizó diez días la casa de su hermano, en la playa de Canelas. Su propio equipo desaconsejó su presencia en el meollo de la Marbella gallega para evitar también incomodidades a sus propios vecinos.
Ribadumia no le es ajena a Rajoy. Allí ya veraneó siendo ministro en una casa que le cedía el registrador de la propiedad ya fallecido Luis Carlos Boullosa.
Personas cercanas al presidente dudan que se deje ver en público, si acaso algún paseo en barco. Descartan su presencia en los toros o en el baile del Casino, a los que ya no asistió el pasado año. Si acaso, podría estar presente en la próxima inauguración del edificio Sarmiento del Museo de Pontevedra.
Desde que es presidente solo usa el piso de Silgar en temporada baja