Bruselas avisa a los aeropuertos gallegos de que deben ser rentables

c. porteiro / s. lorenzo BRUSELAS, SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

La UE limitará las ayudas públicas a aerolíneas de bajo coste

04 jul 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Los tres aeropuertos gallegos de A Coruña (Alvedro), Santiago de Compostela (Lavacolla) y Vigo (Peinador) deberán revisar sus planes de viabilidad si finalmente Bruselas da luz verde a la modificación que la Comisión Europea está efectuando sobre la actual normativa de ayudas estatales a los aeropuertos y aerolíneas que quiere poner en marcha en 2014.

La propuesta fue presentada ayer por el comisario español de Competencia, Joaquín Almunia, y quiere endurecer los requisitos de acceso a la financiación pública para evitar la falta de competitividad en el sector y los altos costes para el contribuyente que financia, en ocasiones, infraestructuras, servicios y aerolíneas que no acaban de ser rentables. En este punto, Almunia hizo hincapié en que la Comisión «se asegurará de que los aeropuertos regionales son sostenibles y no suponen una competencia desleal».

El proyecto que quiere aplicar el Ejecutivo está encaminado a «impulsar el crecimiento, evitar las distorsiones en el mercado y terminar con la duplicidad de aeropuertos». Para ello pondrá el foco en tres grandes objetivos: las inversiones en infraestructura, en el operativo y en las aerolíneas.

En los próximos años, ningún aeropuerto podrá invertir fondos públicos en infraestructuras si no demuestra su viabilidad atendiendo a la demanda que tenga. Pese a ello, en ningún caso se contempla la posibilidad de que una región como Galicia se quede sin servicios aeroportuarios, pero fuentes del Ejecutivo comunitario confirman que si se detecta infrautilización y falta de rentabilidad en alguno de los tres aeropuertos, deberán revisarse planes alternativos o paralizar la inversión pública si se garantiza la conectividad de la región.

En lo que se refiere a su operatividad, Bruselas dejará que Alvedro, Lavacolla y Peinador dispongan de un margen de diez años para adaptarse a las nuevas reglas del mercado y conseguir que funcionen sin ningún tipo de ayuda pública. La inversión estatal se irá reduciendo progresivamente. El ritmo con el que se ejecute dependerá de las peculiaridades de cada aeropuerto.

Sobre los subsidios para el establecimiento de nuevas rutas aéreas, la Comisión quiere poner coto a las aerolíneas que buscan ayudas para asentarse en la región, por lo que se analizará el coste-beneficio de invertir dinero público en ellas. Almunia confirmó al respecto que «si la ayuda tiene más beneficio para el territorio que coste para el contribuyente, pueden ser compatibles». En cualquier caso, el apoyo financiero directo no podrá prolongarse en el tiempo más allá de los 24 meses, una cifra que podría ser revisada.

En definitiva, Galicia tiene la garantía de que al menos uno de sus aeropuertos podrá recibir financiación estatal por la necesidad de conectar la región con otros destinos pero si no demuestra que sus otros aeropuertos son rentables o presenta un nuevo modelo de negocio, estos podrían dejar de recibir apoyo público: «Debemos asegurarnos la accesibilidad para las regiones pero creando un sector competitivo y sostenible», advirtió Almunia.

Objeto de disputas localistas

La decisión de Bruselas afecta a un ámbito que está en el epicentro de las disputas localistas que ya llevaron al fracaso al anterior comité de rutas y que se mantienen como el principal obstáculo para coordinar la oferta de los tres aeropuertos frente a la feroz competencia de Oporto. El último episodio tuvo como protagonista al alcalde de Vigo, Abel Caballero, que el mes pasado convocó una manifestación en defensa de Peinador y contra una política de ayudas públicas que entiende que discriminan a la terminal viguesa y favorecen a Lavacolla (que se beneficia de un contrato de la Xunta con Ryanair que expira a finales de este año), Alvedro e incluso Oporto. Aunque esa movilización estuvo precedida de las críticas del regidor a la decisión del Concello de A Coruña de subvencionar con 4 millones el desembarco de Air Europa en Alvedro, Caballero anunció después que también Vigo tendrá su propio plan de ayudas para captar vuelos.

Frente a estas controversias, la Xunta defiende que mantiene una distribución equilibrada de las subvenciones. Según sus datos, la Administración ha invertido desde el 2005 más de 15 millones en ayudas a los tres aeropuertos. El más favorecido ha sido el de Santiago, con 7,82 millones, si bien copa el 60 % del tráfico de viajeros en Galicia. El de A Coruña recibió 3,87; y el de Vigo, 3,72. La Xunta actual sostiene que, en la etapa del bipartito (2005-2008), Peinador no tuvo un solo euro en ayudas.