Una alborada con 6 heridos en Ordes

Tamara Montero
Tamara Montero SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

XOÁN A. SOLER

Los cinco componentes del grupo Embruxo de Leira y un amigo sufrieron quemaduras y rotura de tímpanos tras explotar la pirotecnia del remolque en el que iban tocando

30 jun 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

«Mamá, estoupoume unha bomba na cara pero estou ben». Con esas palabras a través del hilo telefónico se enteró ayer la madre de uno de los heridos de que la pirotecnia que se estaba utilizando en la alborada de las fiestas de San Pedro de Ardemil, en el municipio de Ordes, había estallado por accidente. Según parece, una chispa de una de las bombas que se lanzó durante el festejo prendió en el resto del material, que saltó por los aires e hirió a seis personas, los cinco componentes del grupo de música tradicional Embruxo de Leira y otro amigo que iba con ellos.

Aunque las lesiones son leves, principalmente quemaduras en la cara y los brazos -los jóvenes intentaron protegerse como pudieron de la explosión- y problemas auditivos, incluso con rotura de tímpanos, así como heridas de astillas, el susto fue monumental y el comentario ayer en Ordes era que no había habido una desgracia de puro milagro. Lo dice Manuel Viqueira, del grupo de música tradicional Os Viqueiras de Ordes, que de hecho podría haber estado en el camión la mañana de ayer, porque en un principio habían hablado con su agrupación para que se encargarse de la ambientación musical de la jornada. Viqueira reivindica que los grupos tradicionales sean tratados como lo que son, como músicos, y tengan contratos y remuneraciones en condiciones y criticó que se los exponga a situaciones como la de viajar en un camión rodeados de pólvora.

Lo dice también la madre de uno de los heridos, todos jóvenes que rondaban la treintena, que afirma que «non pasa nada ata que pasa e eu a isto das bombas sempre lle tiven pánico». Y lo repitió la teniente de alcalde de Ordes, Silvia Marín, que también relata que uno de los artefactos incluso entró por el pasillo de una casa y causó el terror de los que estaban dentro, que se refugiaron en las estancias colindantes para evitar la explosión. La bomba, finalmente, chocó contra las escaleras de acceso al primer piso y no ocurrió nada. La vivienda, de hecho, sufrió daños derivados del estallido y los cristales de la ventana se rompieron.

Parece que los jóvenes intuyeron que iba a explotar el saco donde iba la pirotecnia. Uno de ellos consiguió bajar del remolque justo a tiempo y es el que menos daños ha sufrido. Los otros, según relataron a sus progenitores, también intentaron escapar, pero no tuvieron tanta suerte. «Din que saltaron, pero non sei se eles saltaron ou foi a explosión a que os empurrou», explica la madre de uno de los heridos.

Por la tarde todos estaban ya en sus casas tras ser evacuados en ambulancia al hospital Clínico de Santiago, donde fueron atendidos de las heridas y adonde tendrán que regresar la próxima semana para ver cómo evolucionan sus lesiones.

Y aunque el susto fue morrocotudo, en principio no había previsión de suspender los festejos de San Pedro de Ardemil, que ayer esperaba la actuación estelar de la vecina del municipio Tania Veiras, aunque la consternación fue patente durante toda la jornada en Mesón do Vento.

Ya hay antecedentes

Lo cierto es que no es la primera vez que en el área de Santiago hay un accidente con elementos pirotécnicos. Son muchos los que al escuchar lo que había ocurrido en Ordes automáticamente rebobinaron la memoria viva de Compostela para trasladarse a las 6.23 horas del 13 de febrero del 2006, momento en el que la pirotecnia Calo, ubicada en la parroquia teense de Solláns, saltó por los aires y provocó daños en unas 80 viviendas y se llevó por delante seis de las 27 casetas de la instalación, aunque afortunadamente no hubo que lamentar víctimas.

La pirotecnia Calo ha vuelto a la palestra hace solo unos meses, pues el Concello de Teo se encontró con que había intención de que la instalación que voló en mil pedazos por el mal funcionamiento de un deshumidificador volviese a tener actividad. De hecho, un informe de la Axencia de Protección da Legalidade Urbanística daba cobertura a que hubiese actividades de ese tipo en los terrenos de la compañía, por lo que el Concello de Teo se puso en marcha y aprobó en el pleno un cambio en el Plan Xeral para vetar la reapertura de las instalaciones en el mismo lugar.