Feijoo reivindica el «galeguismo universal» en la entrega de las medallas Castelao

M. Cheda SANTIAGO DE COMPOSTELA

GALICIA

Carlos Núñez, el líder de The Chieftains, el consejero delegado de Hijos de Rivera, Úrsula Heinze, Hilda Rodríguez y el presidente de la Coral de Ruada recogen emocionados los galardones que llevan el nombre del intelectual rianxeiro

28 jun 2013 . Actualizado a las 18:39 h.

En el vigesimonoveno aniversario del traslado a Compostela, procedente de Buenos Aires, del cuerpo embalsamado de Castelao, la Xunta ha entregado este mediodía las medallas correspondientes al 2013 que, bautizadas con el nombre del icono galleguista, comenzó a repartir en 1984 entre personas, empresas e instituciones con «obra merecente de recoñecemento». Sumadas las de hoy, lleva ya 219 distribuidas.

En el marco de ese acto, celebrado en San Domingos de Bonaval (Santiago), donde reposan los restos del intelectual rianxeiro, el jefe del Ejecutivo autónomo ha aprovechado para reivindicar un «galeguismo universal», un clásico en su discurso desde que llegó al poder, en la primavera del 2009. Ese fue el «anhelo», a juicio de Alberto Núñez Feijoo, de «todos os galegos ilustres», entre los cuales ha citado al propio Castelao, a Vicente Risco, a Alfredo Brañas y a Ramón Piñeiro.

«Non hai -ha agregado el mandatario popular- supervivencia cultural, económica ou política no illamento e na mera resistencia». Orgulloso, además, se ha referido a Galicia como «unha das democracias máis modernas de Europa, [...] un dos territorios do continente que menos tempo necesitou para que o sentimento democrático callara nas institucións e na sociedade».

Con la habitual emoción, han recogido sus galardones la escritora Úrsula Heinze (Colonia, Alemania, 1941), la atleta paralímpica Hilda Rodríguez (Portomarín, 1955) y el gaiteiro Carlos Núñez (Vigo, 1971) con el líder de The Chieftains, Paddy Moloney (Dublín, Irlanda, 1938). Asimismo, han hecho lo propio Ignacio Rivera, en nombre de Hijos de Rivera (Estrella Galicia), empresa de la cual es consejero delegado, y, en el de la ourensana Coral de Ruada, su presidente, Eladio Quevedo.

En sus parlamentos, todos ellos han hallado palabras de agradecimiento al Gobierno por haberlos considerado merecedores de distinción. Heinze ha manifestado su «inmensa alegría» leyendo un poema y ha lamentado que, por su nacionalidad de origen, la gente suela comentarle: «¡Que ben falas o galego!», algo que Feijoo tenía pensado decirle en su discurso, pero que, finalmente, eludió leer, tras escuchar el de la literata.

Desde su silla de ruedas, Rodríguez, casi entre lágrimas, ha dedicado la medalla a sus padres, «que pasaron toda a vida traballando para que eu tivera o mellor no mundo». «Cunha ledicia que nos embarga», Quevedo, por su parte, ha tenido un recuerdo para los fundadores de la polifónica que él encabeza ahora, prácticamente centenaria ya.

«Hoxe en día, Estrella Galicia forma parte do patrimonio de todos os galegos. A nós tócanos coidar del», ha destacado Rivera, quien también se ha comprometido a no dejar «nunca» de «traballar por e para Galicia». Finalmente, Núñez ha realizado una férrea defensa de las raíces celtas de la comunidad y Moloney, antes de romper ambos a tocar para entusiasmo del público, ha puesto en valor la conexión Galicia-Irlanda a través de la música.

Con notables ausencias de líderes de la oposición -solo ha acudido el del PSdeG, Pachi Vázquez-, a la ceremonia han asistido, entre otras autoridades, la presidenta del Parlamento, Pilar Rojo, y el Ejecutivo autónomo casi en pleno. También lo ha hecho el jefe de la Iglesia gallega, Julián Barrio, y el delegado del Gobierno central, Samuel Juárez.