Los independentistas juzgados rechazan el uso de la violencia

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

GALICIA

Javier Lizón

Defienden la «vía democrática» y niegan pertenecer a Resistencia Galega

25 jun 2013 . Actualizado a las 11:02 h.

Los cuatro presuntos miembros de la banda terrorista Resistencia Galega que están siendo juzgados en la Audiencia Nacional negaron ayer ser militantes de esta organización. Eduardo Vigo, Roberto Rodríguez, Antón Santos y María Osorio dijeron no asumir el uso de la violencia con fines políticos y defendieron que cualquier cambio o «proceso político» debe resolverse por «la vía democrática». El fiscal pide nueve años de cárcel para cada uno por integración en organización terrorista y otros tres por falsificación de documento oficial. Para Vigo y Rodríguez solicita otros ocho por tenencia de explosivos.

Según la policía, el 30 de noviembre del 2011 Rodríguez Fiallega entregó a Eduardo Vigo en la Gran Vía de la ciudad olívica una bolsa con tres termos que contenía casi seis kilos de explosivos «en perfectas condiciones para lograr su explosión». Tras introducirlos en su coche, Vigo fue detenido en el peaje de la AP-9 en Teo. Este declaró ayer que desconocía el contenido de la bolsa que le entregó Rodríguez y que aceptó su petición de trasladarlos como un favor personal aprovechando que viajaba a Santiago por motivos «personales».

Una bolsa debajo de un puente

Rodríguez, por su parte, afirmó que nunca conoció el contenido de la mochila que recogió «debajo de un puente» tras leer una nota que un desconocido dejó en el centro social al que acudía, indicándole que debía acudir allí. Prendida en la bolsa que encontró había otra nota en la que se le pedía que la trasladara al Bar Castelao. Según su versión, le pidió después a Vigo que le hiciera el favor de llevarla a ese lugar. Respecto a las dos pelucas que se le incautaron, dijo que eran «para el carnaval».

El otro acusado, Antón Santos, profesor en la Universidade de Santiago, justificó la propaganda de Resistencia Galega que se le intervino diciendo que era material que archivaba para una «investigación» histórica. María Osorio solo reconoció militar en la Asamblea da Mocidade Independentista (AMI) y haber participado en protestas contra ETT sin usar la violencia.