Sigue por pistas de 3 concellos a dos ladrones habituales en A Capela para que los detengan

Bea Abelairas
Bea abelairas A CAPELA / LA VOZ

GALICIA

Los dos supuestos cacos se percataron en seguida de que alguien los había descubierto

16 may 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Hasta hace poco los vecinos de A Capela no cerraban ni los coches, pero en los últimos meses han sufrido una serie de hurtos que no les han supuesto grandes pérdidas económicas, pero han hecho mella en la sensación de seguridad que tenían por vivir en un lugar pequeño donde todo el mundo se conoce. «Non é o que collen, unhas veces foi leña, outra un tendal coa roupa e a última, onte mesmo, unha bombona de butano; pero o que doe é o que significa, sobre todo nunhas aldeas nas que moita xente é maior», explica Manuel Corbeira, un vecino de A Capela que a última hora de anteayer, cuando salía de la casa de sus padres, pudo ver cómo los dos ocupantes de un coche se llevaban la bombona del vecino.

Manuel ya se había percatado de la presencia de un coche desconocido que enseguida identificó como «sospeitoso». Así que no se lo pensó dos veces y comenzó a seguirlos para facilitar su entrega a la Guardia Civil, porque se percató de que podían ser los dos ladrones que otros vecinos le habían contado que llevaban meses campando a sus anchas por la aldea. «Eu xa sei que se rouban menos de 300 euros non os deteñen, pero pensei que había que tratar de telos localizados para cando chegara a Garda Civil, que polo menos lles colleran os nomes», precisa este hombre de 40 años que reside muy cerca de donde comenzó su seguimiento, en torno a las ocho y media de la tarde del martes.

Los dos supuestos cacos se percataron en seguida de que alguien los había descubierto e incluso llegaron a recriminárselo a Manuel. «Dixéronme que por que ía tras eles, que a min non me roubaran nada, pero eu seguinos e tamén chamei ao alcalde, que aquí non temos policía local, e el é a autoridade; despois avisei á Garda Civil e lles dixen que non me colgaran por si me pasaba algo», recordaba ayer en la aldea de Gunxel, donde comenzó su periplo.

Cuartel a 29 kilómetros

Antes de que los localizasen los agentes de la Guardia Civil que llevan esta zona (y cuyo cuartel se encuentra en As Pontes, a 29 kilómetros), Manuel Corbeira recorrió pistas de tres municipios -Cabanas, Fene y de nuevo A Capela- tras el coche de los supuestos ladrones, que a punto estuvieron de accidentarse dos veces. «Á terceira metéronse nunha cuneta e xa non puideron saír», detalla este empleado del Ayuntamiento de A Capela, que asegura que siempre guardó una «distancia prudencial» con sus perseguidos.

Cuando llegó la patrulla de la Guardia Civil, los dos supuestos ladrones ya habían tirado la bombona de butano. «Non os detiveron, pero polo menos saben que aquí non imos permitir que sigan vindo a roubar e meter medo á xente», zanjaba Manuel ante su alcalde, el socialista Manuel Meizoso, que junto con otros ediles siguió de cerca toda la aventura.