El BNG dice al alcalde de Ourense que «alguén terá que irse á casa»

pepe seoane OURENSE / LA VOZ

GALICIA

Agustín Fernández superó la reprobación gracias al Bloque y promete devolver parte del dinero gastado en ron, ginebra y comidas

10 may 2013 . Actualizado a las 14:28 h.

Al alcalde de Ourense, el socialista Agustín Fernández Gallego, le va a salir cara la factura del ron y la ginebra. El BNG impidió ayer, con sus tres votos, una declaración plenaria institucional de reprobación a la gestión municipal del PSOE, personalizada en el regidor local, a quien también se pedía que dimitiese en la propuesta de acuerdo. El amparo nacionalista no será gratuito. El portavoz del grupo, Xosé Somoza, lo expresó de una forma inequívoca con la sesión ya finalizada. No pidió una cabeza en particular, pero dejó claro que «alguén terá que irse para a casa». El consello local del Bloque había decidido poner condiciones para frenar la reprobación con los determinantes votos de sus tres concejales y los socialistas llegaban al pleno sabiendo que la edila Ximena González había dejado en las redes sociales un mensaje bien fácil de leer y de entender: «Xa fixemos dimitir a un alcalde antes, así que bobadas as xustas». Habrá, entonces, sacrificio.

La confianza del BNG en el PSOE «non é completa». De hecho, con el pleno ya finalizado, presentaron en el registro del Concello un escrito al alcalde para preguntar cuándo reintegrarán las cantidades dedicadas a gastos «que non son propios da actividade política», interesarse por la «depuración de responsabilidades políticas» y por la convocatoria de una junta de portavoces que defina recursos y mecanismos para determinar el mejor destino de las asignaciones a los grupos políticos municipales. Con los presupuestos del 2013 aún sin aprobar y con un PXOM que pronto deberá someterse a la aprobación inicial, el alcalde y el PSOE quedan ahora a expensas de que sus medidas convenzan a los nacionalistas. A quién vaya a destituir el alcalde es la primera incógnita.

Agustín Fernández reiteró las disculpas y admitió que su grupo había cometido «erros», y dijo que se devolverán «os gastos que se consideren impropios», en referencia a los de ginebra, ron y comidas, aunque sin citarlos en ningún momento. El alcalde invitó a los grupos de la oposición que se han mostrado más críticos, PP y Democracia Ourensana (DO), a hacer «examen de conciencia». A los populares, por el tipo de gastos que han reconocido, en propaganda y en comidas; a DO, por destinarlo a programas en una televisión local privada en la que, según el regidor, «faise apoloxía do consumo do alcol». Sobre el gasto del BNG, que dedica la mayor parte de su asignación al alquiler de un local en un céntrico edificio, ni una palabra.

La intervención del alcalde soliviantó a los populares cuando mostró una copia de los papeles de Bárcenas para reprender al portavoz del PP, Rosendo Fernández, a quien tachó de hipócrita por su insistencia en conocer los detalles de un «préstamo humanitario» que el grupo socialista hizo a un funcionario, e ignorar préstamos como el del PP a su dirigente García Escudero.

Los populares reorientaron el debate hacia el préstamo. Insiste en pedir explicaciones, documentos y extractos bancarios del PSOE para conocer los detalles de una operación que ven irregular. Rosendo Fernández ve «sorprendente» que con fondos municipales se preste dinero a un funcionario. Preguntó si humanitariamente lo harían también con los 11.900 parados de Ourense.