El fiscal pide 64 años de cárcel para cuatro presuntos miembros de Resistencia Galega

julio a. fariñas REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

La primera acusación por pertenencia a organización terrorista

16 mar 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Eduardo Vigo Domínguez y Roberto Rodríguez Fiallega, Teto, los dos activistas de Resistencia Galega detenidos el 1 de diciembre del 2011, el primero en un control policial en la AP-9 a la altura de Teo, con tres explosivos en el maletero de su coche, y el segundo por ser quien supuestamente se los había entregado, se enfrentan a una petición fiscal de 20 años de cárcel, 15 de inhabilitación absoluta y 10 de libertad vigilada.

La Fiscalía de la Audiencia Nacional, en el escrito de calificación provisional presentado ayer, pide también 12 años de cárcel para Antón Santos Pérez y otros tantos para su compañera María Osorio López, detenidos en Lugo tras la caída de Vigo y Teto. Los cuatro están acusados de participación en organización terrorista y falsificación de documento de identidad con finalidad terrorista, por lo que se les piden sendas condenas de nueve y tres años a cada uno. Vigo y Fiallega han de hacer frente también a la acusación de tenencia de explosivos con finalidad terrorista, por los que pueden ser condenados a ocho años más cada uno de ellos.

Según las conclusiones provisionales de la Fiscalía, los cuatro forman parte de la organización terrorista Resistencia Galega «cuyo objetivo -explica- es lograr la independencia del territorio histórico de Galicia y parte del norte de Portugal, subvirtiendo para ello el orden constitucional, a fin de establecer unas señas de identidad gallegas y la defensa de la tierra y del medio ambiente, para lo cual justifican el empleo de la violencia contra las personas y los bienes, como medio para lograr sus propósitos».

El fiscal acusa a Fiallega de entregarle el 30 de noviembre del 2011 a Eduardo Vigo tres termos metálicos con sustancia explosiva compactada y temporizadores de ignición con capacidad para ocasionar grandes desperfectos materiales y de poner en grave riesgo la integridad física de las personas. Esos explosivos iban a ser supuestamente utilizados en un atentado previsto para el Día de la Constitución. Tras ser detenidos se registraron los domicilios de ambos en Vigo. Además de documentación relacionada con la banda terrorista, en el trastero de la casa de Fiallega se halló más material explosivo, documentación falsificada, alguna con las fotos de Santos Pérez y María Osorio, y memorias USB encriptadas.

En el registro de la sede del Centro Social Arredista en Santiago, vinculado a los acusados, apareció documentación relacionada con la violencia independentista. Días más tarde eran detenidos en Lugo Antón Santos Pérez, un profesor presunto ideólogo de la organización, y su compañera María Osorio. Entre la documentación incautada había un manual sobre técnicas de interrogatorio de la CIA y una lista de posibles objetivos.