Madrid reabre la xarda con los cerqueros ya de regreso en Galicia

espe abuín REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

SIMÓN BALVÍS

Los marineros gallegos toman la resolución como una afrenta a su flota

07 mar 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Difícil oír ayer algo distinto a una blasfemia por el VHF de los cerqueros gallegos. Improperios al respecto de la decisión de la Secretaría General del Mar de permitir un desembarco de xarda más hasta la madrugada del viernes. Lo que en principio constituiría una buena noticia si se hubiese comunicado a tiempo, se ha convertido en un abierto desaire a la flota de Galicia. Más que nada porque la reapertura de la pesquería se trasladó al sector cuando más de la mitad de los cerqueros de Galicia estaban ya en casa o a las puertas. «Os barcos de Camariñas estaban xa doblando o cabo Ortegal, e os de Sada, cerca de A Coruña», explicaron fuentes de la Federación Galega de Confrarías, que recibieron a las 12.25 horas de ayer la resolución de que a las 12 horas del día 6 se autorizaba a realizar un desembarco de xarda más.

«É unha vergonza. Trátanos como se fósemos peleles». Lo dice Eduardo Carreño, patrón mayor de Portosín al que la reapertura lo sorprendió con su barco en ruta hacia Galicia pero a la altura de Santander, donde hará base para intentar reunir en estas dos noches que quedan el cupo de 6.000 kilos que les permiten subastar antes del día 8.

La perjudicada: Galicia

Menos suerte tuvo el Riobao Uno, por ejemplo, que conoció la noticia más en el Atlántico que en el Cantábrico. «Dar a volta son máis de 30 horas e arredor de 1.500 euros de combustible. ¿Que fas?», reflexiona un representante del sector.

Quizá «para vascos e cántabros sexa redondo, pero, coma sempre, os galegos saen prexudicados», señalan desde las cofradías gallegas fuentes que subrayan que «non se pode xogar así con unha flota que está xa desesperada» y que ve en esta costera una tabla de salvación. Por si fuera poco, la cotización en lonja se disparó una vez que se sabía que cerraba la pesquería para el cerco. De venderse a 0,70 o 0,80 el kilo de caballa, las últimas descargadas se pagaron a un máximo de 1,30 euros. Y más que podría subir en la subasta de hoy.