Las escuelas infantiles de la Xunta acumulan este curso 400 vacantes

e. á. santiago / la voz

GALICIA

Media docena de guarderías no han logrado cubrir ni la mitad de su oferta

05 mar 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

En algunas guarderías públicas hay más vacantes que plazas ocupadas. Es la excepción en la red Galiña Azul, que depende del Consorcio Galego de Igualdade e Benestar, pero media docena de guarderías no han logrado cubrir ni la mitad de su oferta. En total hay casi 400 vacantes -394-, distribuidas en medio centenar de escuelas infantiles.

En algunas, como las de Oleiros, los casos son anecdóticos. Una plaza libre en una guardería de 102 plazas. Pero en otras la cifra es más llamativa. En la de A Merca hay 23 vacantes de 41 plazas; en Castro Caldelas, 12 de 20; en Curtis, 34 de 61; en Pantón, 13 de 20; en Taboada, 24 de 41; y en Vilamarín, 28 de 41. Más ajustadas han quedado las guarderías de Sobrado dos Monxes y Nogueira de Ramuín, que lograron cubrir la mitad de sus plazas.

En estos casos, y para gestionar de una manera más eficiente los recursos, la Xunta opta por dos alternativas, abrir las unidades en función de la demanda, es decir, aunque estén autorizadas dos aulas de 1 a 2 años, habilitar solo una si no se supera la mitad de la matrícula o, como ha ocurrido este curso en los centros de A Bola y Muíños, suspender temporalmente la actividad de toda la guardería infantil.

Requisitos

Para poder cerrar temporalmente una guardería deben cumplirse dos requisitos: que haya otro centro de la misma red a menos de veinte minutos y que tenga vacantes suficientes. Las dos escuelas de A Bola y Muíños han vuelto a incluirse en el proceso de matrícula de cara al próximo curso, y se valorará si reabren en base a las solicitudes -este curso se cerraron por tener menos de cinco pequeños.

Aunque la principal justificación de las escuelas infantiles es la conciliación de la vida laboral y familiar, existe otra, no menos importante, como es el utilizar este servicio como herramienta para fijar población en el medio rural y para el impulso de la natalidad, en zonas en las que además, por la baja demanda, no hay oferta privada por un motivo de rentabilidad.

Este año, los centros que dependen de la Xunta han adelantado los plazos de matrícula para dar más agilidad al proceso, y darán más puntuación al hecho de que los padres trabajen, en concreto un punto más en el baremo por cada uno con ocupación laboral.