Permanece en la enfermería de la prisión para evitar que sea agredido por otros presos

La Voz

GALICIA

22 feb 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

No está enfermo. Está muy sano. Pero aun así la dirección del centro penitenciario de Teixeiro, a instancia de Instituciones Penitenciarias, le buscó sitio en la enfermería de la prisión «para evitar que el resto de los presos lo agredan». Porque la vida de este hombre hecho a sí mismo no está siendo nada fácil en la cárcel. En los últimos meses, según fuentes penitenciarias, ningún recluso que arrastra penas o acusaciones por delitos financieros o de corrupción lo pasa bien en prisión. De ahí que sean aislados en módulos o con reclusos de confianza. Y De Cabo representa como pocos a ese tipo de convictos.

A pesar de la falta de cariño en prisión, hay quien sospecha que desde su celda controla 21 sociedades a través de testaferros para ocultar el patrimonio del expresidente de la patronal Gerardo Díaz Ferrán. Eso es lo que pone una denuncia entregada hace dos semanas al juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco. Reclaman al instructor que intervenga esas empresas mediante una administración judicial para impedir que De Cabo y Díaz Ferrán prosigan con su actividad delictiva de alzamiento de bienes.

De hecho, fuentes judiciales sostienen que al juez le agradó este viaje a la prisión de Teixeiro para «moverlo» y evitar que continúe, si es que continúa, arreglando cuentas o comprando voluntades.