Un perito asegura que el capitán tenía que ver la corrosión «a no ser que se tapara los ojos»
19 feb 2013 . Actualizado a las 17:59 h.Un ingeniero naval que realizó varios informes sobre la situación estructural del Prestige para el Gobierno ha asegurado esta mañana que los petroleros de su clase, con graves problemas de hipercorrosión en los tanques de lastre, tenían una vida útil de veinte años. Por tanto, el buque, que contaba con 26 años cuando sufrió el accidente, habría superado en seis su período de actividad en el mar, según criterios técnicos que, admitió, «no estaban escritos». Francisco Javier del Moral recordó que solo uno de los cinco buques hermanos seguía en activo cuando se hundió el Prestige.
Del Moral confirmó que la avería inicial fue interna, en el mamparo que separaba el tanque de lastre de estribor del tanque central 3 de carga, de ahí que desde el primer momento hubiera vertido de fuel al mar. El forro de estribor se rompería por la presión interior producida por el hidrocarburo que rápidamente llenó el depósito de lastre y por la fuerza exterior que ejercía el oleaje.
La fuerte corrosión y deformaciones en esta zona del Prestige no precisaba de expertos para ser detectadas. «El capitán tenía que verlas a no ser que se tapase los ojos», dijo Del Moral.
El abogado del capitán, por su parte, protestó formalmente alegando indefensión y falta de igualdad de armas, pues el tribunal rechazó todos los peritos y testigos propuestos por la defensa que estaban relacionados con la situación estructural del petrolero.