El primer bebé nacido en 28 años en la aldea de Froxán, en O Courel, quiere crecer en la montaña

maría cedrón REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

ROI FERNANDEZ

Los padres de la pequeña Clara cuentan los problemas de criar hijos en ese concello

15 feb 2013 . Actualizado a las 12:20 h.

O Apalpador -personaje que la noche de Reyes deja regalos tras haber tocado la barriga de los niños para comprobar que hayan comido bien- tuvo bastante trabajo este año en Froxán, una parroquia de Folgoso do Courel. Aunque hace ya seis años que volvió a dejarse caer por la aldea, justo cuando Toño -que nació en A Pendella- y Susana -cuya madre es de A Campa- regresaron desde Barberá del Vallés (Barcelona) con su hijo mayor para quedarse, las pasadas Navidades fueron bastante más ajetreadas. Porque además de las barrigas de los hijos de otra pareja de Tarragona que se asentó ahí en verano, tuvo que «apalpar» con cuidado el pequeño vientre de Clara. La pequeña, nacida el pasado 23 de noviembre, es el primer bebé que viene al mundo en Froxán en 28 años. Con ella ha llegado también la esperanza para un concello en el que el 40 % de sus habitantes tienen más de 65 años. «Ogallá que o nacemento dalguén aquí na montaña non fora noticia», explica Susana.

Lo que le gustaría a ella y a su marido Toño es que su pequeña pudiera crecer en Froxán. Pero no es fácil criar a un bebé de un mes en una aldea de O Courel porque, para tener los mismos servicios que otros tienen al lado de casa en las cabeceras de comarca, ellos tienen que recorrer kilómetros por carreteras de montaña. «Cando viñemos para aquí o cambio foi abismal, viñamos dunha zona industrial, pero queriamos criar aos nosos fillos no Courel e viñemos para quedarnos. Primeiro mercamos unha casa, restaurámola e agora temos unha casa de turismo rural, Casa da Eira», explica Susana. Mientras habla se oye el ruido del agua del río Lor que cae entre los guijarros o se ve a los gatos pasear entre los tejados de aquí para allá.

Y Toño, que está sentado a su lado, dice que las Administraciones hablan de mantener la población en el rural, pero no hacen ningún esfuerzo para lograrlo. «Queren que isto non quede despoboado, pero non hai facilidades para poder quedar aquí. Pagamos os mesmos impostos que calquera galego e non temos os mesmos servizos. Os fondos europeos que viñeron para aquí foron todos para plantar pinos, pero nada para manter profesores ou asentar poboación», explica. Además se preguntan cómo habiendo los mismos kilómetros desde Froxán a Quiroga que a Monforte, a la pequeña Clara le han dado pediatra en el primer concello, «onde o pediatra unicamente vai dúas veces á semana, mentres que en Monforte está tódolos días», dice el padre.

Pero esta familia no solo vive pendiente de que su hija tenga cerca un especialista, también han de estar pendientes de lo que ocurre en el centro escolar de Seoane do Courel. Cada principio de curso se enfrentan a la misma incógnita: ¿habrá profesores, reagruparán a los alumnos para otro centro, quitarán la ESO? Quieren vivir en O Courel, pero todo depende de que sus hijos tengan lo mínimo imprescindible allí. «No caso de non ter servizos -concluyen- teremos que ir a onde os hai».