Pilar Rojo convoca a toda la oposición para firmar la paz en el Parlamento

M. Cheda / Domingos Sampedro SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

La presidenta de la Cámara se reúne mañana con los portavoces de los grupos con el propósito de poner por escrito un pacto para regular las visitas a los plenos

01 feb 2013 . Actualizado a las 03:59 h.

Fueron ayer el Jekyll y el Hyde de la gaviota los jefes del Legislativo y del Ejecutivo gallegos. Tras los incidentes registrados en la sesión plenaria del pasado martes, la presidenta del Parlamento, Pilar Rojo, intentó rebajar la tensión con los grupos de la oposición, mientras que el del Gobierno, Alberto Núñez Feijoo, emitiendo unas declaraciones no muy conciliadoras, vino a echar un algo más de leña a un fuego ya vivo. Sin citar a ninguno, acusó a «moitos políticos» de querer «acadar a razón pola forza», así como de «montar o espectáculo». Además, ironizó con la postura de los representantes de PSOE, AGE y BNG que hace tres días optaron por abandonar el hemiciclo durante el debate de los Presupostos de la Xunta para el 2013. «Cada deputado é libre; libre para acudir ao Parlamento, libre para estar na rúa e libre mesmo para ir á cafetería durante os plenos», espetó. Pero no, contrapuso, para «facilitar» el boicot al funcionamiento de la institución.

Feijoo salió en defensa férrea de la decisión de Rojo de limitar el acceso de público a la Cámara. «Está facendo as cousas de forma responsable», sostuvo en comparecencia de prensa tras la reunión semanal de su Gabinete. Le ha obligado a ello la oposición, abundó el mandatario popular. «Se lle plantexou -adujo- que fora responsable dos seus invitados e dixo que non». Y apostilló: «O Parlamento é a casa da discusión, da discrepancia, da palabra, do diálogo. E por iso non se pode asaltar, nin violar, nin rebentar».

El líder del PPdeG alegó que no velar por la «inviolabilidade» de la Cámara equivaldría a «non coidar a democracia». «Hai moitos políticos en Galicia que levan moitos anos, eu diría que décadas, sen que Galicia lle dea a razón e agora o que pretenden é acadar a razón pola forza. E iso non é posible. A razón nunha democracia se consigue nas eleccións», concluyó.

Apertura al diálogo

Mientras tanto, la presidenta del Parlamento, Pilar Rojo, mostró ayer signos de flexibilidad en su postura tras suspender el derecho que tenían los grupos políticos de llevar a sus propios invitados a los plenos. Con tono conciliador, se mostró «aberta ao diálogo» de forma permanente y, a tal efecto, convocó para hoy mismo a los portavoces de las fuerzas políticas con dos objetivos: frenar la escalada de crispación de las últimas sesiones y firmar uan especie de tratado de paz parlamentaria.

La mandataria de la Cámara insistió en buscar un «acordo escrito» con la oposición en torno al régimen de visitas de la casona de O Hórreo, con el que todos se sientan cómodos, pero donde se reflejen también las normas que han de guardarse y las obligaciones que en este sentido tienen la presidencia y los grupos. Rojo dijo que ella desea un Parlamento abierto al público, pero en ningún caso que esté sujeto a que repitan incidentes graves pleno tras pleno.

En su opinión, eso es precisamente lo ocurrido el pasado martes en el pleno de Presupostos, en el que se produjeron unos «feitos especialmente graves» por participar en ellos varios diputados. Rojo dijo estar pendientes de analizar los informes jurídico y de seguridad que encargó para decidir cómo sancionar lo que, en su opinión, fue un «grave atentado contra unha alta institución do Estado», cometido cuando diputados de AGE y el BNG introdujeron sin autorización a invitados en la tribuna del pleno, provocando su suspensión.

La oposición se niega a que Rojo «filtre» a los invitados

Si la presidenta del Parlamento quiere lograr un acuerdo con los grupos de la oposición, solo tiene un camino: restablecer el derecho que tenían las fuerzas políticas a llevar a sus invitados a la tribuna del público del hemiciclo. Es algo que dejó claro ayer Abel Losada, portavoz del grupo mayoritario de la oposición, el PSdeG, quien la víspera de la reunión advirtió que su grupo abogará por mantener «vías de participación» para la ciudadanía en el Parlamento a través de los grupos políticos, y «sen filtros previos» de la presidencia, concebidos, en su opinión, para esconder el malestar de la ciudadanía ante la crisis económica.

El PSOE estará representado en la reunión de hoy a través de su viceportavoz José Luis Méndez Romeu, partidario, como la mayoría del grupo, de recuperar la cordura en el funcionamiento de la Cámara, aunque igual de contundente a la hora de defender la apertura de la institución a la ciudadanía.

Entre los dos grupos minoritarios de la oposición, la respuesta al gesto de flexibilidad hecho por Pilar Rojo fue más severa. Si bien Alternativa Galega de Esquerda (AGE) valoró en positivo que la presidenta «tenda a man», también dejó claro que defenderá a toda costa que las sesiones parlamentarias sigan siendo públicas y que «toda a cidadanía poda asistir aos plenos».

Y es que AGE solo espera que en la reunión de hoy se pacte una vuelta a la situación inicial y al régimen anterior de visitas. Lo mismo el BNG, cuyo portavoz, Francisco Jorquera, espera que Rojo se muestre «disposta a rectificar» y a permitirles a los grupos llevar invitados.