«No hablé como Cholo, sino como el pescadero de 'La que se avecina', pero no consiento que me impongan nada»

Serxio González Souto
Serxio González VILAGARCÍA / LA VOZ

GALICIA

El edil de Vilagarcía que dijo que hablará gallego cuando «le salga de los...» explica que estaba «un poco mosqueado»

30 ene 2013 . Actualizado a las 10:31 h.

Cholo Dorgambide es el único concejal de Independientes por Vilagarcía (Ivil), una formación escindida del PP al que desde hace un año otorga la mayoría absoluta en la capital arousana. Como responsable de Seguridade Cidadá, la polémica ordenanza que prohibía a los vecinos reunirse sobre las aceras le otorgó inusitada relevancia pública, que este lunes retomó al proclamar en el pleno que solo hablaría gallego cuando le saliese «de los puntos suspensivos».

-Cuando usted pronuncia esta frase, el uso del gallego no era motivo de debate. ¿A qué vino entonces tal sentencia?

-Bueno, dije eso porque el señor Juan Fajardo (portavoz municipal de EU y diputado de AGE) llevaba un tiempo metiéndose con nosotros, comparando a todo el gobierno con el desmadre de la serie de televisión esa de Monte Pinar (La que se avecina). Empezó con que si no hablábamos gallego, y yo estaba un poco cansado. Así que le dije que me había molestado y que le iba a contestar como el pescadero.

-¿Y lo de los puntos suspensivos? ¿No fue un tanto grueso?

-Fue un sarcasmo. Estaba un poco mosqueado y se me salió de tono. No es habitual en mí, pero hay cosas que te pueden. No hablé como Cholo, sino como el pescadero de la serie, picado por ese sentimiento que me estaban pinzando en ese momento. Pero a los 63 años no consiento que nadie me venga a imponer nada. Este es un país libre.

-El grupo del BNG abandonó el pleno acusándolo a usted de despreciar el gallego.

-No tengo veinte años para que me vengan con tonterías. Con otras formas, las adecuadas y por las buenas, vale, soy una balsa de aceite. A las malas, soy peor que una piedra de porpiaño. Y el que no lo quiera, me da igual, pero soy una persona que sabe pedir perdón si tiene que hacerlo.

-¿Pediría, entonces, perdón?

-¿Por qué? ¿Qué falta cometí yo? No creo que sea faltar a nadie decir que hablo en lo que quiero. A lo mejor quienes tendrían que pedirlo son otros.

-Por cierto, ¿habla usted gallego en circunstancias ajenas a los puntos suspensivos?

-Nunca tuve problema. Me llevé reghadas por hablar gallego, pero me cuesta un poco más no siendo el de todos los días. Amo a mi patria y la bandera gallega es igual, ni más ni menos, que la española.