Cuando el Gobierno decidió reformar hace unos años los artículos del Código Penal relativos a la seguridad vial lo hizo pensando en conductores como el que protagoniza la noticia de esta página, cazado sin carné y con 13 condenas de seguridad vial a sus espaldas. Las penas se endurecieron entonces para poder castigar a esos tipos que deciden ponerse al volante con toda la ley en su contra: sin carné, con excesos de alcohol o de velocidad... Son los multirreincidentes de la carretera. Conducen sin importarles el daño que puedan causar al resto de los ciudadanos. Toparse de frente con un ilegal del volante es, cuando menos, una aventura de máximo riesgo, que puede salir bien, o rematadamente mal. Las víctimas del tráfico aplaudieron aquel cambio porque, entre otras cosas, facilita el decomiso del coche, que pasa a ser el arma del delito. Y a la vista de la poca eficacia de las otras condenas, la retirada del coche puede que sea la mejor de las opciones para los casos perdidos.