Benestar reorienta hacia la asistencia a domicilio la política de dependencia

Domingos Sampedro
Domingos Sampedro SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Compensa con la ayuda en el hogar la caída en los fondos para los cuidadores

16 ene 2013 . Actualizado a las 11:22 h.

El Gobierno gallego aprovechó los proyectos presupuestarios de este año para llevar a cabo una reforma sustancial del modelo de financiación del sistema de dependencia, que supondrá una merma apreciable de las ayudas directas a los cuidadores de personas que no pueden valerse por sí solas, que sufren un recorte de 22,1 millones de euro. Esta merma se compensa solo en parte por el incremento de los fondos para los programas de asistencia a domicilio, que crecen siete millones de euros.

Las cuentas de la Consellería de Traballo e Benestar para el 2013 fueron debatidas ayer en la Comisión de Economía del Parlamento, donde la responsable política de este área, Beatriz Mato, destacó que la Xunta «mantén o compromiso» con los dependientes, al poner de relieve que, en el 2012, Galicia «foi a segunda comunidade autónoma que rexistrou un maior número de altas» en el sistema, a la vez que se convirtió en el territorio que más dependientes atiende a través de la prestación de servicios en instituciones o a domicilio.

No obstante, las grandes cifras de la consellería contienen un recorte sustancial en la financiación del sistema de la dependencia, como denunciaron algunos de los grupos de la oposición, y que Mato no desmintió, pues se centró en poner en valor que en Galicia se sigan entrando beneficiarios en el sistema y que a lo largo de estos años se atendiera a 65.000 personas.

La comunidad gallega es la segunda con el tasa de envejecimiento más elevada de España, con una edad media de 44,5, solo superada por Asturias (45,6), lo que indica que los costes asociados a la ley de dependencia seguirán creciendo año tras año.

«Desmantelamento de feito»

La socialista Carmen Gallego advirtió que se están produciendo un «desmantelamento pola vía dos feitos» del modelo impulsado en el 2007, a la vez que advirtió que tampoco se cumplen las «obrigas legais» para prestar la atención en plazo una vez que se aprueba el plan integral de asistencia de cada beneficiario.

En el presupuesto, las llamadas libranzas de cuidadores, la ayuda directa que reciben quienes se ocupan de los dependientes, pasan de los 98,7 millones del año pasado a los 76,6 del actual ejercicio, lo que representa una caída un 22 %, en gran medida también porque disminuyó la cuantía de la ayuda de cada beneficiario. Crecen, en cambio, los fondos para la asistencia en el hogar, al pasar de los 30 millones del 2012 a los 37,7 de ahora. Otra partida importante que se reduce es la financiación de los centros para discapacitados dependientes, que pasan de los 2,7 a los 1,7 millones de euros.